Malí.- El PAM advierte de que la crisis en Malí no ha terminado y los desplazados siguen necesitando ayuda

ROMA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La crisis en Malí aún no ha terminado y el norte del país aún no es seguro para que los miles de desplazados que han huido de los grupos islamistas puedan volver, ha advertido este lunes la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Ertharin Cousin, que acaba de concluir una visita de cinco días a la zona.

Cousin, que ha visitado Malí y Burkina Faso, ha subrayado que los desplazados y refugiados malienses necesitan urgentemente alimentos y otra asistencia humanitaria para cubrir sus necesidades.

"La gente sigue sufriendo, la crisis no ha terminado. Muchas comunidades del norte no son seguras y la gente no puede volver a sus casas. Tenemos que seguir prestando apoyo para que los niños sigan recibiendo ayuda alimentaria", ha subrayado Cousin, que ayer se reunió con desplazados en Mopti, una localidad en el centro del país considerada la puerta de entrada al norte.

Precisamente desde allí el PAM está enviando alimentos por carretera y por río a Tombuctú, una de las principales ciudades del norte. Algunas zonas de Malí son más accesibles en las últimas semanas y el PAM ha comenzado a enviar ayuda al norte, si bien algunas zonas siguen siendo inestables y están inaccesibles, según ha señalado la agencia de la ONU en un comunicado.

La ONU estima que más de 270.000 personas se han visto desplazadas en Malí, mientras que otras 170.000 han buscado refugio en Burkina Faso, Mauritania y Níger.

Cousin ha defendido que la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para ayudar a los desplazados y los más vulnerables. En especial, ha pedido que se mantengan los esfuerzos para ayudar a los afectados por la grave sequía que asoló el Sahel el año pasado.

"El Sahel se enfrenta a una doble amenaza: la inestabilidad, causada por un conflicto que ha hecho cruzar fronteras a refugiados y la hambruna crónica, causada por ciclos de sequía y escasas cosechas. El año pasado la comunidad internacional ayudó a evitar la crisis en el Sahel, pero nuestro trabajo no ha terminado", ha subrayado Cousin.

El PAM prevé atender a más de un millón de personas en Malí este año y a otro millón más en Burkina Faso, a través de distintos programas como asistencia a desplazados, alimentación escolar, programas de fondos y cartillas que ayuden a las personas a comprar alimentos producidos en la zona y nutrición para madres y niños pequeños.