Al Maliki crea un comité para investigar el asesinato de Al Ubeidi

Actualizado: viernes, 12 junio 2009 20:50

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha ordenado investigar el asesinato del líder del bloque mayoritario suní en el Parlamento, Hareth al Ubeidi, y llevar a sus asesinos ante el tribunal. El diputado fue asesinado esta mañana en el barrio de Yarmouk, en el oeste de Bagdad, a la salida de una mezquita.

"Se va a formar un comité para localizar a la banda terrorista que asesinó a Ubeidi", informó la oficina de Al Maliki en un comunicado recogido por la agencia independiente Aswat al Iraq. "Este asesinato cobarde es un intentó más para prender la violencia sectaria por parte de las organizaciones terroristas que han estado sufriendo reveses mortales de nuestras fuerzas armadas", añade el comunicado del primer ministro, suní.

Al Ubaidi lideraba el Frente de Concordia Iraquí (FCI), formación integrada por los tres partidos suníes más numerosos, y también formaba parte de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento. "Estaba en una mezquita. Un hombre armado le disparó con una pistola y luego lanzó una granada dentro de la mezquita de Al Shawaf", explicó Saleem al Jubouri, portavoz del FCI, después del atentado, ocurrido en el barrio de Yarmouk, en el oeste de Bagdad.

Sin embargo, una fuente militar que pidió mantener el anonimato señaló que el asaltante era un terrorista suicida que corrió hacia Al Ubaidi y cuando llegó junto a él detonó una o más granadas, informa Reuters. Junto al diputado suní fallecieron otras cuatro personas, entre ellas su guardia personal, las cuales se encontraban en el momento del ataque en el interior de la mezquita. Las autoridades han informado de que hay 12 heridos.

El presidente iraquí, Jalal Talabani, condenó el asesinato de Al Ubeidi, que calificó de "crimen odioso". "El pueblo iraquí debería aprovechar esta oportunidad para unir filas y reforzar la unidad nacional", afirmó el presidente, kurdo, en un comunicado.

Talabani denunció que el asesinato se haya producido precisamente en viernes, "un día bendito", y en una mezquita, "lo que demuestra cómo los criminales desprecian los santuarios religiosos".