ROMA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó hoy en una dura entrevista concedida al diario italiano 'Il Corriere della Sera' que el presidente estadounidense, George W. Bush, parece haber "perdido el control de la situación" y reprochó a Washington no haberse comprometido lo suficiente en Irak ni haber proporcionado armas y equipación adecuada a las fuerzas de seguridad iraquíes.
"Me parece que Bush está capitulando bajo el peso de las presiones internas, y vigilado por los medios y los políticos", aseveró Al Maliki, para quien el presidente estadounidense "quizá ha perdido el control de la situación". En este sentido, dijo sentirse apenado porque "Bush, en general, tiene un carácter fuerte".
Al Maliki admitió que actualmente existe "una campaña mediática" en su contra, pero consideró que "el actual Gobierno estadounidense se encuentra en graves dificultades tras la derrota electoral de hace dos meses". "Me parece que al borde del precipicio están ellos en Washington y no nosotros aquí en Bagdad", añadió, recomendando a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que "evite declaraciones que ayudan sólo a los terroristas".
No obstante, "nunca dejaré de agradecer a los estadounidenses por haber liberado a Irak de la dictadura" ya que, dijo, "gracias a ellos vivimos en un clima de libertad y democracia, aunque todavía en construcción". Sin embargo, opinó que "la situación sería mucho mejor si Estados Unidos hubiera mandado inmediatamente a nuestras fuerzas del orden armas y equipamiento más adecuados". "Si se hubieran comprometido más y con más rapidez, habríamos tenido muchas menos muertes de civiles iraquíes y soldados estadounidenses", añadió.
Por otra parte, salió nuevamente al paso de las críticas internacionales por la ejecución del ex presidente iraquí Sadam Husein, subrayando que "el mundo olvida que hemos sido víctimas durante décadas del régimen implacable de Sadam Husein". "El mundo olvida el terror, la brutalidad de la dictadura baasista", añadió, subrayando que decenas de miles inocentes murieron, "todos inocentes".
A pesar de todo, añadió Al Maliki, "el proceso contra Sadam y sus cómplices se realizó de forma correcta, se respetó la ley al pie de la letra" y "no tiene nada que ver con las venganzas sectarias" como se ha apuntado desde algunos sectores.
Además, subrayó, tras la ejecución "ordené personalmente que los cuerpos fueran lavados según los rituales de la religión musulmana y fueron colocados en ataúdes de madera bastante dignos" mientras que, lamentó, "ninguna de las víctimas de Sadam tuvo nunca un trato así". No obstante, admitió que "hubo algunos errores durante la ejecución de Sadam y ya he ordenado que se procese y condene a aquellos que gritaron insultos y eslóganes en su contra".
Respecto a las críticas del presidente del Gobierno italiano, Romano Prodi, sobre este asunto y su petición de una moratoria internacional de la pena de muerte, Al Maliki recordó que Italia hizo lo mismo con Mussolini. "Antes de ajusticiarle nadie le sometió a un proceso, simplemente le dijeron que hiciera saber su nombre y apellido".
Por último, prometió que el Gobierno perseguirá a "todas las milicias, sin distinción" ya sean suníes, chiíes o kurdos. "Golpearemos en cualquier lugar, en cualquier base, contra cualquier grupo", previno, asegurando que "la ley será igual para todos". "En el pasado aquí triunfó la convivencia pacífica y estoy seguro de que venceremos a los extremistas", aseveró. "Este es nuestro plan: hacer la guerra al terrorismo sin importar por cuanto tiempo y sin líneas rojas" y "si fracasamos la primera vez, seguiremos adelante", concluyó.