Marzuki insiste en la necesidad de que se retome el proceso de diálogo y se redacte la Constitución

MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente interino de Túnez, Moncef Marzuki, ha insistido este domingo en la necesidad de que las fuerzas políticas retomen el proceso de diálogo nacional y ha solicitado a las mismas que salvaguarden los intereses estratégicos del país.

Asimismo, ha pedido a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que finalice en el plazo de un mes la redacción de la próxima Constitución, que debía estar finalizada un año después de las elecciones celebradas en octubre de 2011, según ha informado la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.

El proceso de diálogo nacional, iniciado a finales de octubre por el Gobierno y la oposición, fue suspendido el lunes debido a la falta de acuerdo entre las partes respecto al nombramiento de un primer ministro.

Por el momento no está claro cuándo se retomará el proceso, si bien el secretario general de la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) --uno de los impulsores y catalizadores del diálogo--, Hucine Abbasi, ha advertido de las repercusiones negativas del estancamiento del proceso.

Túnez, tradicionalmente uno de los países más seculares del mundo musulmán, se enfrenta a su crisis política más profunda desde la revolución que acabó con el régimen de Zine el Abidine ben Ali, en enero de 2011.

El punto de inflexión fue el asesinato del líder opositor Mohamed Brahmi, ocurrido el pasado 25 de julio, cuando dos hombres armados que iban en motocicleta le dispararon a la entrada de su casa, ubicada en la capital tunecina.

El pasado mes de febrero, el líder del opositor Movimiento Patriótico Democrático Unificado, Chokri Belaid, también fue tiroteado hasta la muerte en la capital tunecina.

La crisis se agravó el pasado mes de agosto, cuando el presidente de la ANC, Mustafá ben Jaafar, decidió suspender de forma indefinida los trabajos del organismo hasta que el Gobierno y la oposición iniciaran un diálogo para superar la actual crisis política.

La decisión fue controvertida, ya que varios parlamentarios y expertos legales argumentaron que no tenía derecho a suspender los trabajos de la ANC, ya que, conforme a su reglamento interno, solo es posible mediante una votación.