MADRID, 8 Jul. (OTR/PRESS) -
Ayer se vivió una nueva jornada de violencia en Irak. El atentado más mortífero fue el registrado en Armali, al norte de Bagdad, donde falleció un centenar de personas. Otras 39 fallecieron de madrudgada en dos ataque en la provincia de Diyala y varias más perdieron la vida en diferentes ataques registrados por todo el país. Además, el Ejército estadounidense ha reconocido la muerte de otros ocho soldados de su contingente en los últimos dos días por ataques con bombas, granadas autopropulsadas y disparos.
El atentado de Armali ha sido uno de los más importantes de los últimos meses. Al menos 105 personas han muerto y 240 sufren heridas de diversa consideración tras la explosión de un camión bomba conducido por un terrorista suicida en un concurrido mercado de la ciudad iraquí, al sur de Kirkuk.
La explosión destruyó varios edificios anexos al mercado. Poco después, efectivos de rescate comenzaban a trasladar a los heridos a la ciudad de Tuz Khormato, que se encuentra a 45 kilómetros de distancia de Amirli. Muchos de los heridos fallecieron durante este desplazamiento.
Mientras, entre los restos del mercado destruido por la explosión del camión bomba, testigos aseguraban ver "destrucción por todas partes, decenas de coches destruidos, unas 15 tiendas y muchas casas, incluso restos a más de 700 metros" del lugar.
La localidad de Armili, ubicada 165 kilómetros al norte de la capital iraquí, está compuesta fundamentalmente por chiíes turcomanos, una etnia minoritaria en Irak cuyos seguidores viven principalmente en el norte y en el centro del país, aunque muchos de sus miembros son también suníes.
ATAQUE A UNA CAFETERÍA
Por otra parte, en la madrugada de ayer también se produjo un ataque altamente mortal en el exterior de una cafetería de la pequeña localidad kurda de Ahmad Maref, próxima a la frontera con Irán. Al menos 26 personas murieron y otras 33 sufrieron heridas tras la explosión de un coche bomba conducido por un suicida.
Media hora después de esta deflagración, cuando el balance de víctimas mortales todavía no era definitivo, un terrorista suicida detonó su cinturón de explosivos en la localidad chií de Zargosh, situada al oeste de Ahmad Maref.El ataque costó la vida a 22 personas e hirió a otras 15 que estaban asistiendo a un funeral
Recientemente, los comandos norteamericanos en Irak han reconocido que numerosos líderes insurgentes han huido de Baquba después de iniciarse la ofensiva en esta ciudad, por lo que los atentados registrados en las últimas horas podrían ser una respuesta a la actuación conjunta de las fuerzas estadounidenses e iraquíes.
MILITARES EXTRANJEROS MUERTOS
Pero en las últimas horas no sólo se registraron bajas entre los iraquíes, sino que los ejércitos estadounidense y británico también fueron golpeados por ataques de la insurgencia. Un total de seis militares norteamericanos fallecieron entre el jueves y el viernes, la mayor parte de ellos en el área de Bagdad. Dos soldados perdieron la vida el viernes por la explosión de una bomba en una carretera del este de Bagdad al paso de su patrulla, en un ataque en el que otros tres soldados sufrieron heridas.
El mismo día fallecieron en el sureste de Bagdad otro soldado estadounidense y un intérprete iraquí, también como consecuencia de una explosión a su paso. Por otra parte, el pasado jueves murieron dos marines en la provincia de Anbar y un soldado en Bagdad, informaron fuentes militares, sin precisar las circunstancias de estos decesos.
Asimismo, la serie de violentos ataques con bombas, granadas autopropulsadas y disparos que sufrieron esta mañana tropas británicas en la ciudad de Basora, situada en el sur de Irak, se saldó con la muerte de un soldado, mientras que otros tres resultaron gravemente heridos. Por otro lado, el Ejército explicó que otro soldado británico y originario de las islas Fiji murió en un accidente en la base militar de Basora que está siendo investigado.
Con estas muertes de tropas de las fuerzas internacionales comandadas por Estados Unidos, el número de militares norteamericanos fallecidos desde la invasión de Irak en marzo de 2003 ha aumentado a 3.599, mientras que el balance de británicos muertos se eleva a 158, según el recuento de la agencia AP.
