BEIJING, 1 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía de la ex colonia portuguesa de Macao disparó al aire para dispersar a los manifestantes que se habían concentrado para protestar con motivo de la celebración del Día del Trabajo y que se habían negado a seguir la ruta marcada por las autoridades. Al menos cinco manifestantes han sido detenidos, aunque no se ha informado de heridos.
Sin embargo, y a pesar de los disparos, los participantes rompieron la línea policial. Los manifestantes protestaban por la extendida corrupción en la ex colonia y la llegada de trabajadores ilegales a Macao.
El "boom" económico que ha experimentado la ex colonia en los últimos años, que ha superado ya a Las Vegas como el mayor centro de juego del mundo, ha provocado una mayor demanda de mano de obra, que los casinos han comenzado a cubrir, ante la pasividad de las autoridades, con trabajadores llegados desde China.
Los manifestantes portaban pancartas en las que podía leerse "Castigo severo para los empleadores de trabajadores ilegales", y también pudieron escucharse a participantes coreando para pedir la dimisión del actual jefe de la ex colonia, Edmund Ho.
Macao, que fue devuelta por Portugal a China en 1999, es la única región del país asiático donde el juego es legal --a pesar, o precisamente, por la debilidad de los chinos por los juegos de azar--.
El monopolio nacional del sector fue roto hace varios años, lo que permitió la entrada en Macao de empresas extranjeras del juegos (la mayoría, de Las Vegas), y contribuyó a que la ex colonia registrara el año pasado unos ingresos en el sector del juego por valor de 5.090 millones de euros, adelantándose a la propia Las Vegas (con unos ingresos de 4.900 millones).