RANGÚN, 21 Ago. (Reuters/EP) -
Al menos 19 personas han muerto y más de 2.000 han tenido que abandonar sus hogares por los enfrentamientos iniciados la semana pasada entre fuerzas del Gobierno birmano y grupos insurgentes en la zona norte del país, según un balance oficial de las autoridades.
La tensión se ha disparado desde el jueves, cuando una serie de grupos englobados en la Aliana del Norte comenzaron a perpetrar ataques, entre ellos uno contra un centro de educación militar en el que murieron más de una decena de personas, en su mayoría miembros de las fuerzas de seguridad.
Los desplzados han optado por refugiarse en monasterios situados cerca de Lashio, una ciudad del estado de Shan, y ahora dependen de la ayuda que le brindan organizaciones humanitarias y autoridades.
"Estamos entregando materiales básicos de rescate, así como dinero en efectivo, a los desplazados, a los heridos y también a los familiares de los fallecidos", ha explicado el director del Departamento para la Gestión de Desastres en el estado de Shan, Soe Naing, a la agencia de noticias Reuters.
Esta escalada de tensiones en la convulsa zona septentrional de Birmania supone un nuevo obstáculo en los esfuerzos de pacificación prometidos por la líder 'de facto' del Gobierno, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. La inestabilidad persiste en Shan y Kachin, así como en la región de Rajine, escenario de una persecución contra la minoría rohingya.