MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Al menos 50 personas han muerto por un ataque aéreo perpetrado por las Fuerzas Armadas de Birmania sobre una zona rebelde de la parte norte del país, según han denunciado los vecinos del pueblo atacado, sobre el que habrían caído dos bombas a primera hora de este martes.
El ataque ha tenido lugar en la aldea de Pazigyi, en Sagaing, durante una reunión a la que asistían alrededor de un centenar de personas, según fuentes citadas por el periódico 'The Irrawaddy'. Un superviviente consultado por la cadena británica BBC ha cifrado en 53 los muertos y ha asegurado que hay niños entre las víctimas.
Por su parte, la administración opositora, constituida como contrapeso a la junta, ha asegurado a través de su Ministerio de Trabajo que serían "unos cien" los fallecidos en este ataque y ha instado a acabar con la "impunidad" del régimen militar.
Los vecinos han difundido imágenes de lo que parecen los momentos posteriores al bombardeo, imposible de verificar de manera independiente por las dificultades para acceder a la zona. La región está considerada contraria a la junta que gobierna Birmania desde febrero de 2021, cuando se produjo el golpe de Estado contra el Gobierno de Aung San Suu Kyi.
"FLAGRANTE DESPRECIO" POR LOS DDHH
Más tarde, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Volker Turk, ha informado de que los ataques se han producido contra un "salón comunitario" en el que "niños en edad escolar" y otros civiles iban a celebrar una ceremonia de inauguración de las instalaciones.
"Según los informes, un helicóptero artillado ha disparado contra quienes huían de la sala. Los medios de comunicación han informado de que hasta cien personas podrían haber muerto", ha destacado en un comunicado en el que ha aprovechado para condenar un suceso ante el que ha reconocido sentirse "horrorizado".
"A pesar de las claras obligaciones legales de los militares por proteger a los civiles en el marco de las hostilidades, ha habido un flagrante desprecio por las normas relacionadas con el Derecho Internacional", ha recriminado Turk, quien ha hecho un llamamiento a ambas partes para proteger a la población civil.
Finalmente, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha recordado que "existen motivos razonables" para creer que el Ejército birmano y sus milicias son "responsables de una gama extremadamente amplia de violaciones y abusos de los Derechos Humanos" desde que tomaron el poder en febrero de 2021.
"Creo firmemente que los procesos de Justicia internacional ahora en curso algún día responsabilizarán a los líderes militares por tales crímenes", ha zanjado Turk, quien considera que algunos de los delitos que imputa a las Fuerzas Armadas de Birmania pueden ser considerados como "crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra".
La junta ha endurecido la represión en este tiempo y acumula más de 21.300 detenidos, según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Birmania (AAPP, por sus siglas en inglés). Desde el golpe, más de 3.200 personas han muerto a manos de las fuerzas leales a las actuales autoridades.
Para el Gobierno opositor, la "acción atroz" perpetrada por el "ejército terrorista" en Sagaing es otro ejemplo "del uso indiscriminado de la fuerza extrema contra civiles inocentes", lo cual "constituye un crimen de guerra".