Al menos seis milicianos muertos en Pakistán por el cuarto ataque en dos días de un avión no tripulado

Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2009 14:12


ISLAMABAD, 30 Sep. (Reuters/EP) -

Un avión no tripulado estadounidense terminó este miércoles con la vida de seis milicianos, incluidos algunos árabes, en la provincia paquistaní de Waziristán del Norte, junto a la frontera con Afganistán, según informaron varios responsables militares.

Dos misiles golpearon un vehículo y un recinto en una aldea a unos 20 kilómetros al este de Miransha, la principal ciudad en esta provincia, que, según los responsables de Inteligencia, es una base para la formación de los talibán y los milicianos de la red terrorista Al Qaeda.

"Un misil golpeó este recinto habitacional mientras que el otro alcanzó un vehículo aparcado en el exterior. Hemos confirmado las informaciones que hablan de seis muertos", aseguró un responsable de seguridad que prefirió no ser nombrado. Otro militar indicó que la mayor parte de los muertos son árabes, aunque nadie ha comentado nada sobre la nacionalidad o la identidad de ninguno de los fallecidos.

Éste es el cuarto ataque realizado por estos aviones en el noroeste de Pakistán desde la tarde del pasado lunes, y llega mientras Estados Unidos sopesa sus opciones sobre cómo tratar con una insurgencia talibán cada vez mayor en Afganistán.

Desde principios de 2008 se han dado cerca de 60 ataques de aviones no tripulados, incluido uno a principios de agosto que terminó con la vida del jefe paquistaní talibán Baitulá Mehsud. Al menos 510 personas, la mayor parte milicianos, han muerto en estos ataques, de acuerdo con una serie de informaciones de los responsables paquistaníes y de los habitantes.

Pakistán se opone a estos asaltos, asegurando que violan su soberanía y que las bajas civiles que suponen aumentan la indignación social. Por su parte, los responsables estadounidenses aseguran que los ataques se llevan a cabo en virtud de un acuerdo alcanzado con Islamabad que permite a los líderes paquistaníes despreciar estos ataques cuando hablan en público.