CIUDAD DE MÉXICO, 1 Nov. (EP/AP) -
Las fuertes lluvias de esta semana provocaron hoy grandes inundaciones masivas en el sureste de México, donde el agua, que llegaba a la altura de los tejados, obligó a unas 20.000 personas a huir a los albergues en la capital del estado de Tabasco y más de 500 personas tuvieron que irse a refugios en el estado de Chiapas.
Al menos 20.000 personas huyeron a los albergues en Tabasco, y el gobernador Andrés Granier pidió a los habitantes de Villahermosa, la capital del estado, que desalojen sus casas. "Si no salen, voy a sacar una orden para sacarlos por la fuerza", afirmó Granier en una entrevista difundida por la cadena Televisa.
El agua también rodeó las colosales cabezas de piedra en un yacimiento arqueológico de la cultura olmeca en Tabasco. El presidente, Felipe Calderón, visitó el área y ofreció "toda la ayuda humanamente posible" a las más de 300.000 personas del estado a las que se les inundaron sus casas o sufrieron otros daños.
"Tabasco tiene agua en el 34% de su territorio, pero en este momento les puedo asegurar (...) que más de 70% es agua", comentó el gobernador, de acuerdo con una transcripción de sus comentarios, que fue publicada en la página en internet del Estado. "Cuarenta y ocho horas bastaron para que nuestro territorio quedase totalmente devastado", añadió.
Aparentemente las inundaciones provocaron que la tierra que sostenía un oleoducto de unos 25 centímetros de diámetro se erosionara, lo cual generó una fuga, según indicaron hoy varios funcionarios de Petróleos Mexicanos. Las autoridades de Tabasco, por su parte, insistieron en que se produjo una explosión en el oleoducto, pero que no hay ni muertos ni heridos.
Además, en el estado sureño de Chiapas, unas 7.000 personas desalojaron sus hogares debido a las inundaciones provocadas por las lluvias, indicó el periódico 'El Universal'. Las fuertes lluvias comenzaron a provocar el desbordamiento de los ríos el domingo.
