MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha subrayado este lunes que el Ejército del país está tomando todas las medidas necesarias para restaurar la calma en la localidad de Trípoli (norte), escenario de violentos enfrentamientos armados entre miembros de dos barrios rivales durante la semana pasada, que dejaron un balance de 18 muertos y alrededor de un centenar de heridos.
Mikati ha indicado que la localidad se dirige hacia la estabilidad, aunque ha apuntado que aún se están registrando violaciones limitadas del alto el fuego, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'. En base al plan de seguridad del Ejército, los barrios que han registrado incidentes en los últimos días han sido aislados del resto para evitar la propagación de los enfrentamientos.
Asimismo, el Ejército ha dividido las zonas cercanas a las líneas de confrontación en barrios de seguridad para controlar los enfrentamientos y evitar un mayor deterioro de la situación de seguridad, tal y como ha recogido el diario israelí 'As Safir'.
Por último, la cúpula de las Fuerzas Armadas ha contactado con todos los grupos armados y les ha solicitado que abandonen las calles, advirtiendo de las consecuencias en caso contrario.
La semana pasada, Mikati solicitó al Ejército que restaurara la seguridad en las áreas en las que se han registrado enfrentamientos en la localidad "a través de todos los medios necesarios", al tiempo que ha subrayado que "no se tolerará que se ponga en peligro la paz civil en la ciudad y en el país". En respuesta, el Ejército desplegó el jueves tropas y tanques para calmar a la población y reducir los enfrentamientos entre grupos suníes y alauíes de la localidad.
Las tensiones entre los habitantes de los barrios de Bab el Tabbaneh (suní) y Jabal Moshen (alauí) han aumentado a raíz del conflicto en Siria --donde los suníes se han rebelado contra el presidente, el alauí Bashar al Assad--, y en ocasiones se han producido incidentes violentos. En los más graves registrados hasta ahora, ocurridos a principios del pasado junio, murieron quince personas.
