BEIRUT, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El previsible nuevo primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha hecho un llamamiento este martes a los partidarios del jefe de Gobierno saliente Saad Hariri, que se están manifestando en Trípoli (norte), a la "contención" al tiempo que ha negado ser el candidato del partido-milicia Hezbolá.
En declaraciones tras reunirse con el presidente libanés, Michel Suleiman, Mikati ha aprovechado para pedir a los "ciudadanos de Trípoli contención y que eviten cualquier enfrentamiento, sea cual sea".
El también ex primer ministro, de confesión suní y natural precisamente de esta ciudad, ha asegurado que Saad Hariri "seguirá siendo mi hermano y mi mejor amigo" puesto que "después de todo somos hijos de una misma confesión", según informa la agencia libanesa AIN.
Mikati, que cuenta con el apoyo de Hezbolá y sus aliados pero también del líder druso Walid Jumblatt para ser el próximo primer ministro del país, ha explicado que con su candidatura lo que busca es devolver a Trípoli "su posición en el mapa político libanés" al tiempo que ha rechazado las acusaciones de ser el "candidato de la oposición". "He presentado mi candidatura y llegado el caso, debería rechazar el apoyo de Hezbolá", se ha preguntado.
PROTESTAS
Cientos de partidarios de Hariri se están manifestando este martes en Trípoli contra la prevista designación de Mikati como primer ministro, según informa Reuters. Los partidarios de Hariri habían convocado para hoy un "día de la ira" después de que Hezbolá y sus aliados, que provocaron la caída del Ejecutivo hace dos semanas tras renunciar por sus diferencias en torno al tribunal que investiga el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, se hicieran con el respaldo necesario para que Mikati sea el nuevo jefe del Gobierno.
"La sangre suní está hirviendo", coreaban algunos de los manifestantes concentrados en el centro de Trípoli y que han quemado fotos de Mikati y enarbolado banderas azules del Movimiento Futuro de Hariri, quien ha asegurado que no entrará a formar parte en ningún gobierno encabezado por Hezbolá.
Los manifestantes han pedido a Mikati, un empresario de telecomunicaciones que precisamente es natural de esta ciudad portuaria, que retire su candidatura y han defendido que no se puede bloquear la investigación en torno al asesinato de Rafik Hariri. "Trípoli no aceptará que se revoque al tribunal internacional", reza una de las pancartas.
El reparto de poder en Líbano estipula que el puesto de primer ministro suele ocuparlo un suní, y los partidarios de Hariri consideran que cualquiera que acepte el encargo por parte de Hezbolá de formar el nuevo gobierno será considerado un traidor.
Un grupo de manifestantes ha prendido fuego a un coche usado por la cadena de televisión qatarí Al Yazira en Trípoli. Los periodistas de este canal y otros reporteros han indicado que han tenido que refugiarse en un edificio cercano. "Si el Ejército no se da prisa y nos ayuda, estaremos en peligro", ha asegurado el reportero de Al Yazira Majed Abdel-Hadi en declaraciones en directo.
En el sur de Beirut, los manifestantes han bloqueado una carretera quemando neumáticos y han volcado contenedores de basura. Según una fuente de los servicios de seguridad, se han escuchado también disparos al aire cuando ha intervenido el Ejército, sin que por el momento haya datos de heridos.
