ULÁN BATOR 28 Jun. (Reuters/EP) -
Mongolia celebrará este miércoles unas elecciones parlamentarias marcadas por la ralentización del crecimiento económico, lo que podría traducirse en la derrota del Partido Democrático, actualmente en el poder.
Mongolia, una especie de oasis democrático localizado en una zona donde prevalecen los regímenes de un solo partido, ha vivido una transformación política desde la revolución pacífica de 1990. Desde entonces, su riqueza en minerales ha llamado la atención de los inversores extranjeros pero la crisis económica que sufrió en 2012 levantó la controversia sobre el papel que desempeñan las compañías mineras extranjeras en la economía del país.
Según las encuestas, la mala gestión de la minería podría costarle el Gobierno al Partido Democrático, actualmente en el poder. El crecimiento económico ha descendido de un 17,5 por ciento en 2011, antes de que el Partido Democrático fuera elegido, a un 0,4 por ciento en la actualidad.
MARGINACIÓN DE LOS PARTIDOS MÁS PEQUEÑOS
Aunque la Presidencia no está en juego en las elecciones, muchas voces han acusado al presidente, Tsakhia Elbergdorj, y a su partido, de haber engañado con las promesas y volver a hacerlo al haber prometido que se usarán los recursos del Estado para mejorar las vidas de los ciudadanos a pesar de que los inversores poco a poco se hayan ido retirando del país.
Aunque no se sabe a ciencia cierta si el beneficiario de la mala gestión del Gobierno será el Partido Popular mongol, que ahora está en la oposición, las elecciones se han convertido prácticamente en una carrera entre dos, tras la reforma aprobada en el Parlamento por la que 28 escaños de 76 se deciden por porcentaje de voto de los partidos.
Por otro lado, los partidos más pequeños están siendo marginados especialmente al no poder iniciar la campaña electoral hasta 18 días antes de las elecciones y también al hecho de que la ley establece que no se puede entrevistar a un candidato durante más de 15 minutos.