MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los bombardeos aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí y los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales yemeníes y los rebeldes chiíes huthis, respaldados por unidades del Ejército leales al expresidente Alí Abdulá Salé, están deteriorando de forma progresiva la situación en Yemen, hasta el punto de que el país se encuentra al "borde del colapso".
Según ha explicado Llanos Ortiz, responsable adjunta de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen, la falta de combustible como consecuencia de los bombardeos y el bloqueo que impera actualmente sobre el país por el conflicto está generando una "situación insostenible".
La falta de combustible afecta a los servicios de salud. Ortiz ha explicado que hay ya hospitales "no funcionales", en algunos casos por la inseguridad reinante, pero también por los problemas para poder prestar la atención necesaria.

Así, ha puesto el ejemplo del hospital de referencia en el país, en Saná, que el domingo informó a MSF que se estaba quedando sin suministros de oxígeno y había tenido que suspender las admisiones y tenían algunos servicios funcionando con "planes de contingencia", un día antes de que los bombardeos dejaran al menos 140 muertos y más de 600 heridos en la capital.
El que no haya combustible también afecta al suministro de agua. A este respecto, la responsable de MSF cree que es "cuestión de días o semanas" que comience a haber limitaciones importantes de acceso y ya hay "dificultades en algunos puntos". Yemen es un país seco en el que el acceso a agua era ya complejo antes del conflicto, principalmente en las zonas rurales. "Esto puede ser devastador", ha alertado.
Por otra parte, se está constatando un aumento de los precios de los alimentos básicos, lo que tiene "un impacto a nivel nutricional", más en un país como Yemen donde existe "malnutrición crónica alta y también aguda en algunas zonas". "Seguramente se agudizarán los casos a corto plazo", ha subrayado.
"UNA GOTA EN EL OCÉANO"

Ante este panorama, según Ortiz, el trabajo que está realizando MSF en distintos puntos del país, incluidas Saná y Adén, ciudad esta última la más afectada, es "como una gota en el océano". A las dificultades ya existentes, principalmente por la inseguridad para el acceso, se ha sumado en los últimos días un nuevo factor: el aeropuerto de Saná no está operativo.
Este martes, un bombardeo de la coalición árabe alcanzó la pista del aeródromo dejándola inoperativa. Esto supone, ha resaltado la responsable de MSF, que "no hay acceso a ayuda externa" y que las organizaciones humanitarias que trabajan en el país no pueden recibir ni cargamento ni personal.
Aunque ya se estaría trabajando en la reparación de la pista, las previsiones más optimistas, ha indicado, son de que pueda volver a estar en funcionamiento en "un par de semanas". Entretanto, los puertos del país tampoco son una opción, puesto que algunos como el de Adén, también han sido objeto de ataques.
Ortiz ha llamado la atención sobre el hecho de que si no reciben material no podrán seguir ofreciendo la asistencia sanitaria que ahora mismo están prestando, fundamental no solo para atender a los muchos heridos por los enfrentamientos, sino también ayudar al sistema de salud yemení a atender las emergencias normales como pueden ser cesáreas o partos y a los enfermos crónicos. Hay numerosas personas "sin cobertura sanitaria de ningún tipo", ha resaltado.

"Si los bombardeos no cesan ni nosotros ni nadie va a poder hacer nada" y, evidentemente, "poder ofrecer atención sanitaria se va a complicar", ha insistido. En estos momentos, ha añadido, "estamos saliendo del paso con el poco combustible que tenemos en stock", ya que aunque hay combustible en el mercado negro, los precios son "cuatro o cinco veces más".
Así las cosas, ha confiado en que las partes alcancen una "solución política" que permita poner fin al conflicto, ya que "estamos haciendo malabares para poder ajustar nuestras estrategias al contexto y las necesidades tan cambiantes".
En Yemen hay una "situación insostenible que va más allá de que caigan bombas", ha insistido Ortiz, advirtiendo de que el país podría quedar paralizado y lamentando el "escaso impacto mediático" que esta crisis tiene pese a la "situación real". "Quien realmente está pagando las consecuencias de todo es la población civil", ha lamentado.