MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos 150 heridos han sido tratados por Médicos Sin Fronteras (MSF) a raíz de la nueva ola de violencia que asola la ciudad de Malakal, en el estado de Alto Nilo, desde el pasado martes y que amenaza la seguridad de la población, incluido en el recinto de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), que alberga a más de 21.000 personas.
Según ha informado la ONG en un comunicado, la mayoría de heridos han sido tratados por MSF conjuntamente con los equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Malakal y presentaban heridas de bala a causa de los combates, así como por lesiones causadas por los enfrentamientos entre comunidades en el propio recinto de la UNMISS.
Algunos de los desplazados refugiados en el campamento de la UNMISS han denunciado a los equipos de MSF asesinatos y violaciones de pacientes o familiares en el único hospital operativo en la ciudad. Esta instalación, donde MSF estuvo trabajando hasta el 17 de febrero, también ha sido saqueada.
Así las cosas, MSF ha expresado su temor a que más combates tengan consecuencias devastadoras sobre la población. "Los altos niveles de violencia han interrumpido la respuesta humanitaria lanzada en Malakal para responder a la crisis", ha explicado Llanos Ortiz, responsable adjunta de la Unidad de Emergencias de MSF.
"La inseguridad reinante está causando un impacto directo en las vidas de la población de Sudán del Sur y también es un obstáculo para que puedan recibir asistencia médica y humanitaria imparcial", ha denunciado.
Desde el inicio de la crisis el pasado diciembre, los enfrentamientos en el país están teniendo serias consecuencias para la población, afectada no solo por la violencia sino también por la alarmante situación humanitaria que ya reinaba antes de la crisis en el país.
"Hay episodios de violencia en varias áreas del país pero Sudán del Sur también sufre picos de enfermedades como sarampión y malaria. Nos preocupa la próxima estación de lluvias y el riesgo de brotes epidémicos en un contexto donde los servicios médicos se han visto seriamente afectados", ha alertado Ortiz. "El panorama es sombrío para la población más vulnerable y con pocos recursos", ha agregado.
Este jueves, el Gobierno sursudanés había indicado que Malakal, capital del principal estado productor de crudo del país, está dividida en dos entre las fuerzas gubernamentales leales al presidente Salva Kiir y los soldados leales al exvicepresidente Riek Machar.
