Mueren cuatro milicianos en un enfrentamiento con el Ejército en el noreste de RDC

Soldados congoleños en la región de Kivu
REUTERS / KENNY KATOMBE - Archivo
Actualizado: martes, 2 octubre 2018 19:22

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de República Democrática del Congo (RDC) ha anunciado este martes la muerte de cuatro milicianos tras un enfrentamiento en la localidad de Karuruma, situada en la provincia de Kivu Norte (noreste).

El portavoz del sector 'Sokola 1 Gran Norte', Mak Hazukay, ha detallado que un grupo de hombres armados ha atacado a primera hora del día una posición militar en la localidad, en el territorio de Beni, según ha informado la emisora local Radio Okapi.

"Mientras que las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) nos atacan por el día, por la tarde son los Mai Mai y viceversa", ha lamentado, antes de resaltar que "todo el mundo es testigo de que las actividades de los Mai Mai siguen las tácticas bélicas de las ADF".

Partidos opositores de Beni pidieron el domingo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que apruebe el despliegue de una fuerza especial en la zona ante el deterioro de la situación de seguridad.

Así, resaltaron que los grupos armados, y principalmente las ADF "han matado, degollado y quemado vidas a más de 2.000 personas" en los últimos cuatro años, antes de criticar la incapacidad de las autoridades a la hora de proteger a la población.

El Ejército de RDC reforzó hace dos semanas su presencia en Beni, a raíz de los últimos ataques perpetrados por las ADF.

La milicia actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de las varias decenas que operan en el país africano.

Varios grupos armados controlan partes del este de RDC pese a que la guerra de 1998-2003 concluyera formalmente. El conflicto causó millones de muertos, la mayoría víctimas del hambre y las enfermedades.

En los últimos meses se ha producido un repunte de la violencia, agravado por el rechazo del presidente, Joseph Kabila, a renunciar a su cargo a pesar de que expiró hace casi dos años.

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