Mueren dos de los seis rinocerontes negros trasladados en mayo a Chad desde Sudáfrica

Un rinoceronte negro Reserva Nacional Maasai Mara, en Kenia
REUTERS / GORAN TOMASEVIC
Actualizado: lunes, 22 octubre 2018 19:09

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Dos de los seis rinocerontes negros trasladados en mayo a Chad desde Sudáfrica han muerto durante este fin de semana, según han confirmado los gobiernos de ambos países y los organismos African Parks y SANParks (Parques Nacionales de Sudáfrica).

"Los rinocerontes eran parte del grupo de seis trasladados en mayo a Chad desde Sudáfrica para volver a tener a la especie en el Parque Nacional Zakouma tras una ausencia de casi 50 años", han resaltado en su comunicado.

Así, ha detallado que los rinocerontes permanecieron dos meses en una zona vallada del parque antes de su liberación a una zona temporal durante otros dos meses para permitir su "aclimatación". Los cuerpos fueron hallados en dos lugares diferentes el 15 de octubre.

"Podemos confirmar que estos dos rinocerontes, un macho y una hembra, no fueron cazados, si bien se desconoce por el momento la causa de la muerte", han indicado. "Se darán detalles sobre ello una vez la causa haya sido confirmada", han agregado.

Por otra parte, han confirmado que los otros cuatro rinocerontes siguen con vida y que "están siendo seguidos de cerca". El traslado fue llevado a cabo en el marco de un acuerdo entre ambos países para la reintroducción del rinoceronte negro en Chad.

Los rinocerontes fueron enviados al Parque Nacional de Zakouma, situado en el sureste de Chad. Los rinocerontes negros fueron cazados hasta su eliminación en el país a principios de los años setenta.

En mayo de 2017, un grupo de diez rinocerontes negros se convirtió en el primeros en llegar a Ruanda en los últimos diez años, después de un traslado desde Sudáfrica a la capital del país, Kigali, desde donde fueron enviados al Parque Nacional de Akagera.

En los años setenta del siglo XX había cerca de 50 rinocerontes negros en el parque de Akagera, si bien su número se redujo drásticamente debido a la caza furtiva. El último avistamiento de un ejemplar de esta especie tuvo lugar en 2007.

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