PEKÍN 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Tres tibetanos que fueron detenidos en el marco de la manifestación que se celebró el pasado jueves en la provincia de Sichuan (suroeste) contra el arresto de un líder local han muerto bajo custodia policial por no recibir asistencia médica, según ha denunciado este miércoles la ONG Free Tibet.
Durante la manifestación del pasado jueves en Sichuan, contra la detención del líder de la prefectura de Ganzi, Wangdak, al menos 10 personas resultaron heridas debido a los disparos efectuados por policías chinos.
Dos de los detenidos murieron el lunes, uno de ellos por no recibir atención médica y otro, según ha recogido la agencia de noticias Reuters, porque se suicidó en señal de protesta por la represión china sobre la población tibetana.
Otros tres detenidos --Tsewang Gonpo, de 60 años de edad; Yeshe, de 42, y Jinpa Tharchin, de 18, "todos familiares de Wangdak"-- han fallecido este miércoles, elevando a cinco el número de fallecidos por la actuación policial en Sichuan.
"El balance de víctimas mortales aumenta porque los tibetanos que resultaron heridos por los disparos siguen sin recibir tratamiento médico en Kardze (donde están detenidos)", ha señalado la ONG.
PRESENCIA CHINA
Además, Free Tibet ha denunciado que, desde este incidente, los residentes locales han recibido órdenes de las autoridades chinas de decir que la detención de Wangdak obedece al "mal uso de los fondos públicos".
Desde entonces, la zona está tomada por las fuerzas de seguridad chinas. "Unos 250 efectivos están desplegados en y alrededor de la localidad de Shukpa", epicentro de las protestas, de acuerdo con la ONG.
"La comunidad internacional debe permanecer junto a los tibetanos y garantizar que las últimas atrocidades chinas obtienen la atención que merecen", ha dicho Free Tibet, adelantando que este miércoles habrá varias "vigilias solidarias" en distintas partes del mundo.
EL CONFLICTO
Las organizaciones humanitarias acusan a China de reprimir la libertad religiosa y la cultura de Tíbet, zona que ha gobernado desde que el Ejército de Liberación Popular "liberara pacíficamente" la región en 1950.
Las autoridades chinas niegan estas acusaciones y, en cambio, defienden que bajo su administración, la región autónoma ha conseguido avances económicos. Además, acusan a su líder espiritual, el Dalai Lama, de planear atentados en el gigante asiático.
Las localidades tibetanas fueron foco de manifestaciones y violencia contra China en 2008. Desde entonces, 131 tibetanos se han inmolado a lo bonzo para protestar por el dominio chino. La mayoría de ellos han fallecido a causa de sus heridas.