LIMA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Una persona ha muerto en el primero de los tres días de huelga que se han convocado en la provincia de Islay, en el sur de Perú, para exigir la cancelación del proyecto minero Tía María por sus supuestos daños al medio ambiente.
Según la prensa local, se trata de Eloy Vera Delgado, de 60 años de edad, que ha muerto de un infarto mientras esperaba a que el autobús en el que viajaba desde Lima a Arequipa pudiera seguir su camino debido al bloqueo de la Panamericana Sur por parte de los huelguistas.
Al parecer, el suceso ha tenido lugar en torno a las 6.00 (hora local) cuando la Policía intentaba echar a los manifestantes del kilómetro 964 de esta importante carretera para garantizar la normalidad del tráfico a lo largo de la jornada.
El jefe de la Policía de Arequipa, el general Enrique Blanco, ha aclarado que los uniformados no han tenido nada que ver con esta muerte, después de que se especulara con que Vera Delgado habría fallecido por los perdigones y gases lacrimógenos supuestamente usados por los agentes.
"La Policía ha estado operando en una zona más lejana, como a dos kilómetros de donde estaba el autobús. Descartamos esa información", ha dicho, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial ANDINA.
El presidente peruano, Ollanta Humala, ha aprovechado esta muerte para reiterar su llamamiento "a la población y a los medios de comunicación para unirnos en pos de que se restablezca el clima de paz y pueda haber diálogo".
Humala ha advertido de que, de lo contrario, será necesario declarar el estado de emergencia. "Lo estamos evaluando", ha revelado. "Lo que queremos es restablecer la normalidad, retomar el diálogo con los dirigentes que realmente reflejen los intereses de Islay", ha insistido.
PROTESTAS EN ISLAY
Desde el pasado mes de marzo los habitantes de Islay protestan contra el proyecto minero Tía María, con el que el Gobierno de Humala y Southern Perú, filial de la mexicana Southern Copper, pretenden extraer cobre por valor de 1.400 millones de dólares.
Los residentes en Islay están en contra de esta explotación cupífera porque consideran que perjudicará el medio ambiente de la provincia, cuyas principales fuentes de riqueza son la agricultura y la ganadería.
"El Gobierno reitera su compromiso por el diálogo, pero no podemos ni debemos aceptar el uso de la violencia", ha reiterado el primer ministro, Pedro Cateriano.
"Nosotros estamos dispuestos a conversar. Lo que no está en nuestro vocabulario es la tregua. El diálogo debe entablarse mientras dure el paro", ha contestado Pepe Julio Gutiérrez, presidente del Frente de Defensa del Valle de Tambo.
