MONTEVIDEO, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Uruguay, José Mujica, ha reconocido que con Argentina "siempre hay problemas", después de que el país vecino haya introducido algunas medidas que afectan a las exportaciones uruguayas, y ha admitido que la relación atraviesa actualmente un "impasse" debido a la convalecencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
"Estamos en un impasse. La cabeza política (...) está en convalecencia y hagamos votos para que se recupere pronto", declaró este martes Mujica, según informa este miércoles el diario uruaguayo 'El País'. Preguntado sobre si ha hablado últimamente con Fernández, el presidente respondió: "cómo voy a hacer si la tienen en cuarentena a la mujer, ni la muestran".
Con Argentina "siempre hay dificultades, pero bueno, tenemos que bancarlas", admitió Mujica. "Ahora son problemas en las importaciones y otras medidas de carácter proteccionista. Por ahora estamos evaluando", precisó el mandatario, que consideró que "son rémoras" que hay en Mercosur. "Tenemos trabas, pero ya nos vamos a revolver", remachó.
El presidente se refería a la decisión anunciada esta semana por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina de que dentro de los países de Mercosur las cargas de exportación originadas en puertos argentinos "únicamente podrán ser transbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puestos de los Estados parte del Mercosur y sus Estados asociados que mantengan acuerdos vigentes de transporte marítimo de cargas con la República Argentina".
Según 'El País', esta decisión afecta directamente a Uruguay que no tiene este tipo de acuerdos con el Gobierno argentino y se suma a otras restricciones y demoras que sufren las mercancías uruguayas para entrar en Argentina.
REPRESALIA POR LA PAPELERA
Por otra parte, en sus declaraciones, Mujica dio a entender que las nuevas medidas serían una represalia por su decisión de autorizar a la papelera UPM-Botnia a ampliar su producción en su planta en el río Uruguay.
"Yo siempre dije que la línea de confrontación es poco seria. Nosotros nos vimos entre la espada y la pared y tuvimos que tomar la medida que tomamos con respecto a la fábrica de celulosa y ahora de casualidad pasan estas cosas", sostuvo.
Según ha explicado a 'El País' el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) uruguaya, Alberto Díaz, las autoridades marítimas argentinas estuvieron a punto de aplicar esta norma el año pasado. "Por eso, ahora nos tomó totalmente de sorpresa. Es una complicación adicional y hay que ver cómo se mitiga", ha reconocido Díaz.
PÉRDIDAS
Según el responsable, Uruguay mueve 100.000 contenedores de mercancía argentina en tránsito cada año, lo que genera a la ANP una facturación anual que oscila entre los 2 y los 3 millones de dólares, al margen de los beneficios para las empresas navieras.
El presidente del Centro de Navegación, Mario Baubeta, ha indicado hoy al diario que la medida argentina podría suponer pérdidas de 100 millones de dólares y ha precisado que el Ministerio de Exteriores ha encargado al de Transporte que elabore un informe detallado con los perjuicios de la medida para Uruguay.
"El impacto es infernal. Hay 100.000 movimientos de exportación más 30.000 movimientos de importación al año en base a 2012. Pero si el puerto va a dejar de ser concentrador, tampoco van a venir los 67.000 contenedores vacíos. Entonces se da una afectación directa que es un 26% de la operativa total. Y hay 200.000 más en riesgo porque al tener menos buques grandes quedaría un puerto de menor porte para contenedores", ha explicado Baubeta.
"Estimo que si son 200.000 contenedores el puerto de Montevideo tendrá en un año unas 100 escalas menos lo que representa unos 100 millones de dólares de pérdida", ha precisado.