Los musulmanes iraníes no podrán hacer el peregrinaje hacia La Meca

ANKARA, 12 May. (Reuters/EP) -

Los musulmanes iraníes no podrán llevar a cabo este año la peregrinación del Hajj a La Meca, en Arabia Saudí, porque Teherán y Riad no han llegado a acuerdos de organización, después de que se rompieran las relaciones diplomáticas de ambos países en enero.

Según ha informado IRNA, agencia oficial de Irán, el ministro de Cultura y Guía Islámica iraní, Ali Jannati, ha culpado al Gobierno de Riad por la falta de acuerdo. La peregrinación del año pasado estuvo marcada por la muerte de alrededor de 2.000 peregrinos, 464 de ellos de origen iraní, tras una avalancha.

"No hemos llegado a un acuerdo y ahora es demasiado tarde", ha declarado Jannati, a cargo del Ministerio que supervisa el peregrinaje iraní. "El sabotaje viene del lado saudí", ha añadido.

Las complicaciones en las relaciones diplomáticas surgieron a causa del ataque a la Embajada de Arabia Saudí que unos manifestantes iraníes perpetraron tras la ejecución de un clérigo chií en Arabia Saudí, de mayoría suní. El Gobierno de Hasán Rohaní, presidente de Irán, se ha desentendido del ataque e incluso ha llegado a sugerir que había sido organizado por elementos extranjeros.

Por su parte la monarquía saudí ve en Irán, de mayoría chií, la principal amenaza para la estabilidad en Oriente Próximo debido al apoyo que la República Islámica muestra hacia las milicias chiíes que, según Riad, han provocado una escalada de violencia.

Miembros del Gobierno de Irán y Arabia Saudí han iniciado conversaciones para solucionar el distanciamiento pero no han logrado progreso alguno. Jannati ha dicho que "los saudíes no han aceptado las propuestas de seguridad, transporte y visado para los peregrinos iraníes".

Puesto que la Embajada de Arabia Saudí en Teherán se cerró tras el ataque, Irán propuso emitir los visados para los peregrinos a través de la Embajada suiza, pero Riad lo ha rechazado. Un miembro del Ministerio de Cultura iraní ha asegurado que las conversaciones con las autoridades saudíes siguen en pie.

Teherán expresó su indignación el año pasado tras la muerte de los peregrinos en el Hajj, una peregrinación que atrajo a dos millones de personas, y los políticos de Teherán han sugerido que Riad ha sido incapaz de gestionar el evento.