KINSHASA/KIGALI, 12 Jun. (Reuters/EP) -
Los enfrentamientos entre militares congoleños y ruandeses se han reanudado este jueves en la frontera entre ambos países, que se acusan mutuamente de haber invadido su territorio la víspera, después de la captura de un uniformado congoleño por parte de ruandeses.
"Se han efectuado algunos disparos, pero muy pocos. Ya ha terminado", ha señalado el gobernador de la provincia congoleña de Kivu Norte, Julien Paluku. "Los disparos han venido de militares ruandeses, nuestras fuerzas no han respondido. Tenían instrucciones claras de no disparar a no ser que la situación se volviese muy grave. No estamos en guerra con Ruanda", ha añadido.
El periodista ruandés Fred Mwasa, que se encontraba cerca del lugar de los enfrentamientos, ha confirmado a través de la red social Twitter que se han producido los disparos, aunque ha culpado a los militares congoleños. "Ahora se están escuchando disparos indiscriminados hacia Ruanda de soldados de la República Democrática del Congo (RDC)", ha denunciado Mwasa.
"Hago un llamamiento a la calma a los dos bandos y les insto a que den pasos inmediatos para restablecer la seguridad en el área fronteriza", ha declarado el jefe de la misión de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), Martin Kobler.
EL INICIO DE LAS HOSTILIDADES
Las hostilidades comenzaron el miércoles cuando militares de las Fuerzas Armadas de la RDC se enfrentaron a tiros con tropas ruandesas en la frontera entre ambos países después de que los ruandeses capturaran en el país vecino a un militar congoleño y se lo llevaran a su territorio, según informó un portavoz del Gobierno de Kinshasa.
"Elementos del Ejército ruandés han cruzado la frontera cerca de Kibumba en torno a las 3.30 de la madrugada y se han llevado a un cabo congoleño, lo que ha provocado la reacción de nuestros soldados, que han abierto fuego", explicó a Reuters el portavoz del Ejecutivo congoleño, Lambert Mende.
Kibumba está situada en la provincia de Kivu Norte, donde las Fuerzas Armadas congoleñas, apoyadas por militares de la misión de Naciones Unidas, frenaron en 2013 el avance de milicianos rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23). La misión de Naciones Unidas ha asegurado que está investigando el tiroteo.
Las autoridades de Kinshasa y expertos de Naciones Unidas han acusado en repetidas ocasiones a Ruanda de apoyar a los rebeldes congoleños durante las dos guerras que han tenido lugar en la RDC y después de que Kigali se retirase oficialmente del país vecino en 2003. Ruanda ha rechazado las acusaciones y defendido que RDC está alojando a milicianos hutu implicados en el genocidio de 1994, en el que al menos 800.000 tutsis o hutus moderados perdieron la vida.
