GINEBRA, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció este martes que más de 50 personas podrían haber muerto desde el pasado domingo en Taiz, en el sur de Yemen, a causa de la represión de las manifestaciones antigubernamentales por parte de las fuerzas de seguridad del régimen del presidente Alí Abdulá Salé.
"La oficina de Derechos Humanos de la ONU ha recibido informaciones, pendientes de verificación, según las cuales más de 50 personas han muerto desde el domingo en Taiz a manos del Ejército yemení, de la Guardia Republicana y de otros elementos vinculados al Gobierno", denunció Pillay.
Las fuerzas del orden "destruyeron a la fuerza el campamento de protesta de la plaza Horriya ('Libertad') mediante el uso de cañones de agua, excavadoras y fuego real", prosiguió. "Las informaciones indican que cientos de personas resultaron heridas", añadió a través de un comunicado difundido por la página de Internet de la oficina de la Alta Comisionada.
"Estos actos reprensibles de violencia y estos ataques indiscriminados contra civiles desarmados por parte de las fuerzas de seguridad deben concluir inmediatamente", aseveró. "Insto a todas las partes a poner fin al uso de la fuerza y recuerdo al Gobierno que tiene la responsabilidad de garantizar la protección de los Derechos Humanos fundamentales de sus ciudadanos", añadió.
Según Pillay, las informaciones disponibles indican también que las fuerzas de seguridad han ocupado el hospital Al Safa en Taiz, que el hospital de campaña instalado en la plaza ha sido incendiado y que las autoridades permiten "poco o ningún" acceso de los servicios médicos a la zona.
Aparte, según Navi Pillay, "se cree que al menos cien personas fueron detenidas el pasado fin de semana en Taiz y se desconoce el paradero de decenas". Por ello, la Alta Comisionada ha instado al Gobierno a "investigar los casos de desaparición y las numerosas informaciones que ha recibido su personal respecto a malos tratos, torturas y homicidios", así como "llevar a sus perpetradores ante la justicia".
"El Gobierno no debe recurrir a las detenciones arbitrarias e ilegales", manifestó Pillay. "Las personas detenidas por ejercer sus derechos de reunión pacífica y de expresión deben ser liberadas sin demora", prosiguió.
SANÁ Y ZINJIBAR
Por otra parte, la alta comisionada ha destacado que la situación humanitaria en la capital, Saná, "también sigue siendo difícil". "Las fuerzas de seguridad, según las informaciones, han seguido utilizando la fuerza para dispersar a los manifestantes en la ciudad", añadió.
Por ello, Pillay destacó la "necesidad de que haya una rendición de cuentas" y recordó, al respecto, "la falta de avances por parte del comité de alto nivel designado por el Gobierno para investigar los hechos del 18 de marzo, en los que murieron 52 manifestantes frente a la Universidad de Saná".
La oficina de la Alta Comisionada también ha recibido informaciones sobre la situación en la ciudad costera de Zinjibar, en el sur, en la que numerosos soldados yemeníes murieron y decenas resultaron heridos después de dos días de combates con las milicias próximas a Al Qaeda.
Al respecto, Pillay ha expresado una "preocupación especial" por las informaciones sobre "ataques indiscriminados contra la ciudad, que incluyen los bombardeos y los disparos de artillería por parte del Gobierno". "Los informes sobre la muerte de civiles, incluidos niños, son especialmente preocupantes, así como los desplazamientos masivos de la población de Zinjibar", agregó.
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