COPENHAGUE, 8 Jun. (Reuters/EP) -
Las últimas encuestas pronostican que los partidos de centro-derecha sumarán un 49,5 por ciento en las elecciones del próximo 18 de junio y se verían así superados por primera vez desde 2011 en las encuestas por los partidos de centro-izquierda, actualmente en el Gobierno.
En concreto, el Partido Liberal (Venstre) del ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen lograría un 20 por ciento de los votos según una media de los últimos estudios demoscópicos, mientras que los Socialdemócratas de la primera ministra Helle Thorning-Schmidt lograrían un 26,2 por ciento de apoyo.
La oposición habría dilapidado una ventaja en los sondeos que llegó a ser de 17 puntos, lastradas según algunos analistas por la figura de Rasmussen, quien gobernó el país durante dos años y medio hasta que perdió las elecciones ante Thorning-Schmidt. Los analistas destacan además la influencia de una serie de pequeños escándalos y un mal inicio de campaña electoral.
"Era algo normal que los liberales tuvieran en torno a un 30 por ciento de votos, pero eso ha cambiado tras las noticias que afectan a su credibilidad", de Rasmussen, ha explicado un resposable de la empresa de encuestas Megafon, Casper Jensen. "No cabe duda de que él es la razón que da la gente para explicar por qué han cambiado su voto", ha añadido.
POLÉMICAS
En el primer día de la campaña electoral, Rasmussen realtó cómo un empresario le había contado que uno de sus trabajadores le confesó que preferiría cobrar la prestación por desempleo a tener un trabajo. Los periodistas intentaron confirmar la historia buscando al empresario, pero no lo consiguieron. Finalmente el empresario se dio a conocer y verificó el relato, pero ya era demasiado tarde para la credibilidad de Rasmussen.
"¡Lokke (Rasmussen) desata el pánico! ¡La fe en la victoria se derrumba!", titulaba en primera página poco después el tabloide conservador 'BT'.
Rasmussen ya había estado en el centro de la polémica hace un año cuando la prensa descubrió que había empleado fondos del partido para comprar ropa. Hace dos años, los medios de comunicación publicaron que se había gastado un millón de coronas danesas (más de 100.000 euros) en vuelos de primera clase a cargo de una institución semipública. El partido argumentó que Rasmussen había devuelto parte de ese dinero y finalmente no dimitió.
Un estudio de Megafon revelaba además recientemente que la popularidad de Thorning-Schmidt (49 por ciento) es superior a la de Rasmussen (38 por ciento).