PRETORIA 4 Sep. (Reuters/EP) -
El principal partido de la oposición en Sudáfrica, la Alianza Democrática, ha pedido este jueves que se reabra el caso contra el presidente del país, Jacob Zuma, por corrupción, después de que se hayan hecho publicas las grabaciones secretas que el propio Zuma utilizó para cerrar el caso y que ahora serán utilizadas para mostrar que no servían para exonerarle.
La líder de Alianza Democrática, Helen Zille, ha entregado este jueves las grabaciones, conocidas como las "cintas secretas" de Zuma en el Tribunal Superior del Norte de Gauteng, en Pretoria, acabando así con una batalla legal con la Autoridad Nacional de la Fiscalía que ha durado cinco años.
"El paquete que tengo en mi mano es muy, muy importante", ha declarado Zille, con aspecto triunfante mientras sostenía un sobre cerrado. "Han luchado durante cinco años para que no consiguiéramos esto. Todos vosotros estáis aquí para presenciar este día histórico", ha agregado, rodeada de seguidores que vitoreaban y aplaudían mientras sostenían pancartas en las que se leía "danos las cintas".
Zille ha asegurado que está segura de que las grabaciones y transcripciones de las reuniones de la Autoría Nacional de la Fiscalía no exoneran a Zuma y que su partido se aplicará para que se lleve a cabo una revisión del caso y poder revertir la decisión de retirar los cargos contra el presidente.
En un comunicado, el equipo del presidente ha mostrado su apoyo a que las cintas se hayan hecho públicas, pues demuestran --según ha argumentado-- que hubo una conspiración contra Zuma.
Zille ha explicado que un fiscal analizará las cintas y las transcripciones presentadas hace cinco años. Según la Alianza Democrática, el caso se cerró por motivos políticos.
"Creemos que los cargos fueron retirados por razones políticas para que Zuma ganara las elecciones de 2009", ha contado Zille. "Vamos a demostrar que la Fiscalía no tiene pruebas para desechar los cargos. Vamos a traer un montón de pruebas para demostrarlo. Zuma acabará un día en los tribunales", ha añadido.
Los fiscales sudafricanos retiraron los cargos de corrupción contra Zuma, que se centraban en unos negocios ilegales con unas empresas armamentísticas francesas, argumentando que había habido "abusos" por parte del entonces jefe de la Fiscalía, Bulelani Ngcuka, que, según unas grabaciones secretas, iba a usar el caso para dañar políticamente a Zuma.
El cierre del caso ayudó a que Zuma fuese reelegido presidente de Sudáfrica unas semanas más tarde.