O.Próximo.- La agricultura en Oriente Próximo sufrirá por el cambio climático, según la FAO

Actualizado: martes, 4 marzo 2008 4:20

ROMA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

La agricultura en Oriente Próximo sufrirá pérdidas a causa de las altas temperaturas, la sequía, las inundaciones y la degradación del suelo debido al cambio climático, amenazando la seguridad alimentaria de diversos países, según alertó hoy la FAO.

El hambre y la malnutrición provocados por el cambio climático afectarán con mayor probabilidad a las personas pobres, desnutridas o que dependen de la producción local de alimentos, según un informe debatido en la Conferencia Regional de la FAO para Oriente Próximo reunida en El Cairo.

Oriente Próximo y el Norte de África se hallan particularmente expuestos a la escasez de agua. Con un aumento de la temperatura de tres grados centígrados en el norte de África, entre 155 y 600 millones adicionales de personas sufrirán un mayor recorte en sus recursos hídricos.

"Está previsto que el número de días sin lluvia se incremente en toda la región", aseguró el presidente del grupo de trabajo de la FAO sobre el cambio climático, Wulf Killmann. "El número de días con heladas disminuirá, al tiempo que las olas de calor en las zonas más continentales se hará más frecuentes", añadió.

"Como resultado, la duración de la temporada de crecimiento de los cultivos se acortará. Un uso más eficaz del agua y la energía, la agricultura sostenible, una mejor gestión forestal y la reforestación serán medidas claves para mitigar los efectos del cambio climático", comentó el funcionario.

MAYOR PRESIÓN

Los cambios en temperatura, precipitaciones y las situaciones climáticas extremas aumentarán la presión sobre los recursos agrícolas en la región, en la que la disponibilidad y la degradación de las tierras, las variaciones de los precios de los alimentos y el aumento demográfico son ya causa de una grave preocupación.

La tierra cultivable es limitada en las zonas áridas y semiáridas que ocupan gran parte de Oriente Próximo, con lo que la agricultura es altamente vulnerable al cambio climático. Los cambios en el régimen de lluvias afectarán a los cultivos, en particular al arroz, en muchos países de la zona. Yemen en particular se encuentra amenazado a causa de su bajo nivel de ingresos, el rápido crecimiento de la población y la grave escasez de agua.

Una buena parte de los sistemas de regadío de la región sufren de problemas medioambientales debido a la salinización, el anegamiento de los campos o la sobreexplotación de los acuíferos. Las aguas subterráneas, incluyendo las aguas fósiles no renovables, son de una importación vital para la mayoría de los países del área.

RIESGO DE CONFLICTOS

La competencia por el agua en la región a nivel internacional podría crecer, con el riesgo de conflictos. Algunas zonas, como el Delta del Nilo y la costa del Golfo en la Península Arábiga son particularmente vulnerables a un aumento potencial del nivel del mar, según la FAO.

Debido a la compleja interacción de diversos factores, la producción de cultivos puede hacerse insostenible en algunos lugares. Por ejemplo, el rendimiento del maíz en el Norte de África podría descender entre el 15 y el 25 por ciento con un aumento de la temperatura de tres grados centígrados.

"Cuando el incremento de la temperatura alcance los tres o cuatro grados centígrados, el impacto mayor será en Asia Occidental y Oriente Medio, en donde el rendimiento de los principales cultivos descenderá entre un 23 y un 35 por ciento con una escasa fertilización con carbono, y entre el 15 y 20 por ciento si ésta es alta. En Asia occidental, el cambio climático puede crear dificultades con el agua durante todo el presente siglo", señala el informe.

Muchos países de la región son grandes importadores de trigo y arroz. Una dependencia que puede verse aumentada a causa del cambio climático. La distribución de plagas y enfermedades del ganado y sus pautas de transmisión pueden verse alteradas, con la consecuencia de la aparición de epidemias.

ORIENTE PRÓXIMO

La FAO ha pedido a los países de Oriente Próximo que hagan frente de forma inmediata a las amenazas relacionadas con el cambio climático.

"Es necesario promover la agricultura como un factor clave para la reducción de los gases causantes del efecto invernadero. Para luchar contra el cambio climático sería necesario potenciar la agricultura de conservación, la recogida de aguas, la reforestación, la gestión sostenible de los bosques y pastizales, el almacenamiento de carbono en el suelo, la mejora en el uso de fertilizantes y la promoción de la bioenergía en áreas climáticas adecuadas", añadió Killmann.