Central eléctrica de Gaza
IBRAHEEM ABU MUSTAFA/REUTERS

La ONU expresa su preocupación por la situación y moviliza 500.000 dólares para combustible de emergencia para hospitales

JERUSALÉN, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Autoridad Palestina ha notificado este jueves a Israel que dejará de pagar la electricidad que el país suministra a la Franja de Gaza, controlada por el grupo islamista Hamás desde 2007, de forma inmediata, según han informado las autoridades israelíes.

El órgano que lidera Mahmud Abbas ha informado al coordinador de actividades gubernamentales en los Territorios, el general Yoav Mordechai, de que suspenderá de forma inmediata los pagos, según la oficina del responsable israelí, citada por el diario 'Haaretz'.

Según la oficina de Mordechai, Israel suministra electricidad a Gaza a través de diez líneas de transmisión que llevan 125 megavatios, lo que supone el 30 por ciento de la electricidad necesaria en la Franja, por unos 40 millones de shequels israelíes (algo más de 10 millones de euros) al mes. El Gobierno israelí deduce esta cantidad de los impuestos que recaba en nombre de la Autoridad Palestina.

Además, según 'Haaretz', la Autoridad Palestina se gasta al meno unos 50 millones de shequels, incluidos impuestos, en la compra del combustible necesario para hacer funcionar la única central eléctrica de la Franja. Según la ONU, la central no funciona desde el pasado 16 de junio.

La decisión de la Autoridad Palestina, que lidera Abbas, supone un paso más en su confrontación con Hamás, que controla la Franja desde un breve enfrentamiento con el movimiento Al Fatá del presidente palestino en 2017.

REACCIÓN DE ABBAS

Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamás, ha considerado la medida "una grave escalada y un acto de locura", según informa la agencia Reuters. Por el momento, la Autoridad Palestina no se ha pronunciado sobre la decisión.

Por su parte, el 'número dos' de Hamás, Jalil al Haya, ha advertido de que este nuevo intento de acabar con el grupo fracasará. "Gaza es un barril explosivo y Abú Mazen (el nombre de guerra de Abbas) no será capaz de ejercer presión adicional sobre ella porque explotará en su cara y en todas las direcciones", ha sostenido, en declaraciones recogidas por el diario israelí 'Yediot Ahronot'.

Al Haya ha añadido que "la creciente presión sobre Gaza tendrá el efecto contrario y no nos plegaremos a la presión de Abú Mazen". "Fracasará", ha advertido.

LA ONU, PREOCUPADA

Por su parte, el coordinador de la ONU para Ayuda y Actividades de Desarrollo, Robert Piper, ha expresado su "preocupación por el deterioro de la situación energética en la Franja de Gaza" y ha pedido una "acción rápida de las autoridades israelíes y palestinas y de los miembros de la comunidad internacional para proteger la provisión de servicios básicos críticos a los 1,9 millones de residentes de Gaza".

"Con cortes de electricidad de 20 horas al día y los suministros de combustible de emergencia agotándose, los servicios básicos están a punto de detenerse", ha advertido en un comunicado.

En el mismo, se precisa que según el Ministerio de Salud de Gaza, los generadores de apoyo de siete de los trece hospitales en Gaza dejarán de funcionar en tres días. Además, quienes viven en edificios altos ya no reciben agua de forma regular y unos 110 millones de litros de residuos poco tratados están fluyendo al Mediterráneo cada día por la falta de electricidad para tratarlos.

Para evitar un mayor deterioro de la situación, el Fondo Humanitario para los Territorios Palestinos que dirige Piper ha aprobado la concesión de 500.000 dólares para la compra de combustible de emergencia para mantener los servicios esenciales en hospitales y otras instalaciones médicas de emergencia.

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