MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shlomo ben Ami, y la fundadora y jefa del Comité Ejecutivo de la Iniciativa Palestina para la Promoción y el Diálogo Social y la Democracia (MITFAH), Hanan Ashrawi, coincidieron hoy en la necesidad de que haya una "tercera parte" en el proceso de paz de Oriente Próximo, debido a la desconfianza entre las dos partes y a la importancia de que haya una supervisión internacional del cumplimiento de los acuerdos.
Ben Ami y Ashrawi hicieron esta valoración durante su intervención en la sesión plenaria de la conferencia 'Madrid+15', celebrada con el objetivo de recuperar el espíritu de construcción de la paz de la Conferencia de Paz para Oriente Próximo de Madrid de 1991, en la que ambos participaron integrados en sus respectivas delegaciones.
"Oriente Próximo es un cementerio de acuerdos de paz", declaró Ben Ami, quien también participó en las cumbres de Camp David (2000) y Taba (2001) y ejerció de embajador en España entre 1987 y 1991. En el conflicto de Oriente Próximo "nadie tiene el monopolio del sufrimiento y el martirio" y "se han cometido actos imperdonables de violencia", aseveró.
En estos quince años transcurridos desde la Conferencia de Paz de Madrid, aseguró, las partes han aprendido que "no hay futuro posible negando los derechos a los demás". "No podemos negar el derecho de los palestinos a vivir en libertad y seguridad, señaló el ex ministro, para quien la concesión del "legítimo derecho de los palestinos a tener un Estado no sólo es un componente vital para la región, sino también un imperativo moral".
Por ello, se deben buscar "fórmulas realistas para avanzar sin abrir viejas heridas", añadió el ex ministro. En este sentido, advirtió, las soluciones unilaterales --como la retirada israelí de la Franja de Gaza-- como las "exclusivamente bilaterales" son "inadecuadas" para poner fin al conflicto, por lo que destacó la necesidad de que "se regionalice el proceso". "La pérdida de confianza de las partes hace necesaria la participación de una tercera parte en un marco internacional", manifestó Ben Ami.
"TRÁGICA IRONÍA"
En un sentido parecido se manifestó Hanan Ashrawi, para quien "el unilateralismo no funciona, ni en Gaza ni en el sur de Líbano". Por ello, aseguró, "hace falta una tercera parte" a fin de crear "mecanismos de supervisión" del cumplimiento de los acuerdos. "La falta de un tercero ha afectado notablemente a los palestinos", afirmó, en alusión expresa a Naciones Unidas y a sus resoluciones sobre el conflicto.
Según la histórica dirigente palestina, en Oriente Próximo existe una "trágica ironía". "Todos sabemos cuál es la solución, y lo que era cierto hace quince años y sigue siendo cierto hoy es que la única solución viable es la creación de dos Estados", manifestó.
"La cuestión palestina abarca todos los aspectos, es el asunto más urgente y más influyente en toda la región y ejerce de galvanizador de buena parte de las políticas de la región", según Ashrawi. "No podemos dejar que se perpetúe, ya que se aprovechan de ella los extremistas que quieren robarnos la legitimidad de la causa", advirtió.
"La ambigüedad es bastante destructiva, no existe una ambigüedad positiva", afirmó. Por ello, declaró, es necesario avanzar mediante "acuerdos que sean claros, sencillos y concretos" para solucionar cuestiones como la creación del Estado palestino, la situación de los refugiados, la vuelta a las fronteras de 1967 o la declaración de un estatus que convierta a Jerusalén en capital de dos Estados diferentes.
LÍBANO Y SIRIA
El ex presidente libanés Amine Gemayel afirmó durante la misma sesión plenaria que el conflicto de Oriente Próximo se ha complicado desde la Conferencia de Madrid de 1991 debido a varios factores, fundamentalmente el auge del integrismoo islámico y el resurgimiento de Irán como potencia regional ("que ha jugado un papel directo en el sur de Líbano y en la Franja de Gaza").
Según el ex mandatario (quien ejerció la Presidencia entre 1982 y 1988), la solución del conflicto libanés es importante para la región, porque puede servir de "garantía de que es posible un Estado democrático en el mundo árabe, única forma de alcanzar la paz en Oriente Próximo". Por ello, lamentó que el movimiento chií Hezbolá se haya convertido en un "Estado dentro del Estado".
Por parte siria, el director del Departamento Jurídico de la Presidencia y asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores, Riad Daoudi, afirmó que la falta de paz ha contribuido a potenciar "extremismos en las dos partes" y a incrementar el terrorismo, "que se aprovecha del abatimiento de la opinión pública".
Según Daoudi, Siria siempre ha apostado por la paz como "opción estratégica" y en todo momento ha defendido que el proceso se base en las conclusiones de la Conferencia de Madrid de 1991, basadas sobre todo en el "imprescindible" principio de 'Paz por territorios'. No obstante, lamentó, "Israel aún no ha confirmado su intención de lograr la paz".