JERUSALÉN 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un informe publicado por el grupo pro derechos humanos B'Tselem acusa a las fuerzas de seguridad israelíes, el Shin Bet, de abusar física y psicológicamente de los prisioneros palestinos, ignorando la sentencia de la Corte Suprema israelí proclamada en 1999 y que limita el uso de la fuerza en sus investigaciones, según el documento recogido por el diario israelí 'Yediot Aharonot', y que el Ministerio de Justicia israelí ha tachado de "inexacto" y "lleno de errores y de datos infundados".
El informe, basado en los testimonios de 73 prisioneros recogidos entre julio de 2005 y enero de 2006, revela que todos ellos fueron torturados durante el tiempo que permanecieron en custodia.
Un 68 por cuento de los entrevistados afirmaron, además, haber sido sometidos a un aislamiento casi total del exterior durante su interrogatorio. Otro 64 por ciento declaró haber sido puesto en celdas separadas donde experimentaron un fuerte déficit sensorial. Un 54 por ciento denunció haber sido torturado con tácticas de privación de sueño y un 73 por ciento afirmó haber sido mal alimentados durante su interrogatorio.
Casi todos los detenidos, un 96 por ciento, contestaron a las preguntas de los servicios de seguridad israelíes atados y en "posturas dolorosas", según el documento. Un 73 por ciento recibió abuso verbal y un 64 por ciento sufrió amenazas indirectas contra miembros de su familia. El 49 por ciento afirmó haber recibido palizas por parte de miembros del Shin Bet y un 67 por ciento de los prisioneros encuestados por el informe declaró haber sufrido al menos una lesión durante los interrogatorios.
"Se puede decir que la política de interrogatorio rutinario del Shin Bet incluye, la mayor parte de las veces, violar los derechos humanos de los prisioneros", declara el informe, que además señala que las fuerzas de seguridad israelíes emplean "medidas destinadas a quebrar el espíritu y la voluntad de los detenidos en contra de su voluntad y de lo que el Tribunal Supremo ha definido como un interrogatorio justo y razonable".
En sus conclusiones, el informe insta al Gobierno a que ordene al Shin Bet que termine con el empleo de estos métodos de interrogatorio que "dañan física y mentalmente a los prisioneros" y pide que cualquier tipo de denuncia por maltrato "sea investigada por la policía". Además, la ONG solicita que todos los interrogatorios sean grabados en vídeo.
DISTORSIÓN DE LA REALIDAD
La respuesta del Ministerio de Justicia israelí considera por su parte que el informe de B'Tselem distorsiona la realidad, al tiempo que considera la muestra de encuestados como "poco representativa" y elogia la labor de los servicios del Shin Bet, encargados de "salvar vidas", pero siempre de acuerdo con "la ley y sus regulaciones".
"La muestra parece haber sido seleccionada de una forma completamente tendenciosa, y de una manera que distorsiona la realidad", afirmó el Ministerio en un comunicado, que asegura que "el informe no incluye los datos personales de los testigos", por lo que "ni el Shin Bet ni el Ejército israelí pueden examinar las denuncias presentadas en el informe".
Además, el Ministerio insistió en que todos los casos de abusos, entre los que se incluyen "las poco comunes ocasiones en las que se insulta o agrede a los prisioneros" son "estudiadas e investigadas". La cartera explicó que los detenidos no son desvestidos en ningún momento "excepto en casos aislados".
"En relación al Shin Bet", prosigue la respuesta de Justicia, "éste es responsable de impedir cualquier tipo de actividad ilegal, salvando las vidas de numerosos civiles a lo largo de los años tras la información obtenida en los interrogatorios".
Así, el Ministerio israelí consideró que el informe está "lleno de errores, inexactitudes y datos infundados". Justicia concluye que, al principio de cada interrogatorio, todos los detenidos por el Shin Bet gozan del derecho de pedir un abogado, y todos los interrogatorios se realizan de acuerdo con la ley, las normas y las regulaciones".