GINEBRA 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada sobre Derechos Humanos de Naciones Unidas, Louise Arbor, expresó ayer viernes su profunda preocupación sobre la decisión tomada por el Ejecutivo de Tel Aviv de considerar a la Franja de Gaza, ahora ocupada por Hamás, como una "entidad hostil", advirtiendo de que la reducción del suministro de combustible y energía podría tener consecuencias "insoportables" para el millón y medio de palestinos que viven en la región.
En la declaración oficial emitida en Ginebra, Arbor resaltó el deber israelí de cumplir con las obligaciones estipuladas por las leyes internacionales y de derechos humanos que prohíben terminantemente el uso de medios inapropiados como recurrir a la política de castigos en masa para determinar una posición, según el texto recogido por el Centro Palestino de Información.
En el mismo contexto, el director general de Cruz Roja, Ángelo Gnaedinger, describió la situación en la zona como "muy crítica" tras tres meses de aislamiento total. Según la organización internacional, el sector agrícola de la región es una de los más afectados por los recortes energéticos, que han paralizado la exportación de las cosechas.
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