JERUSALÉN, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Israel está promoviendo un plan preliminar para aprobar la construcción de un nuevo vecindarios para la comunidad judía ultraortodoxa que contaría con 11.000 viviendas en las inmediaciones del aeropuerto de Jerusalén Este, zona donde la mayoría de la población es palestina y que además es reclamada por los palestinos como parte de su futuro Estado independiente.
Este plan incluye también la construcción de un túnel bajo un vecindario palestino para conectar el nuevo barrio ultraortodoxo con uno de los asentamientos en la zona de Beit El, al este de Ramala, según reveló hoy el diario hebreo 'Haaretz'.
El nuevo vecindario para la comunidad 'Haredi' (ultraortodoxa) se construirá junto al muro en las inmediaciones del paso de Qalandiya, que separa los vecindarios palestinos del norte de Jerusalén de Ramala, capital administrativa palestina. Si definitivamente se aprueba, sería el mayor proyecto de construcción sobre la Línea Verde en Jerusalén desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Aparentemente, el nuevo asentamiento se construiría en tierras estatales o del Fondo Nacional Judío, pero se situaría en el corazón de una de las zonas urbanas palestinas más pobladas de Cisjordania.
La firma arquitectónica que lleva a cabo el proyecto de planificación, Reches Eshkol, se ha negado a revelar qué cuerpo gubernamental ha encargado el proyecto.
Aunque por el momento ninguna institución gubernamental se ha responsabilizado de la nueva planificación urbanística proyectada, algunos parlamentarios aseguran que es obra del Ministerio de la Vivienda, algo que este organismo se ha apresurado a desmentir. En este sentido, el diputado de Kadima, Otniel Schneller, afirmó también que la municipalidad de Jerusalén está "feliz con la idea".
El plan aún no ha sido presentado ante los diversos comités de los que necesita su aprobación, ya que según Schneller, "se encuentra solamente en la fase de ideación y viabilidad".
En respuesta a los comentarios de Schneller, el Ministerio de la Vivienda israelí afirmó "no tener conocimiento de este plan". "Como mucho, sólo la oficina del distrito de Jerusalén dependiente del Ministerio tenía conocimiento", señaló.
Schneller dijo del proyecto que vio los planos "en el Ministerio de Vivienda" y "disfruté mucho observándolos", justificando que "la necesidad de construir en Jerusalén aún existe". "Los ultraortodoxos necesitan soluciones", afirmó. "Hay posibilidad de que conquisten el interior de la ciudad, y de que esta ciudad se convierta entonces en una ciudad árabe-ultraortodoxa, algo que no desearía que ocurra", puntualizó.
El proyecto además propone conectar el nuevo barrio judío con el asentamiento ultraortodoxo de Kokhav Yaakov, en el este de Ramala, que se encuentra en estos momentos fuera de la ruta planeada para el muro de separación. Para conectar ambos asentamientos, será necesario construir un túnel que atraviese la localidad palestina de Aqab y el muro de separación.
La idea de construir una "valla este" que separe los asentamientos en la zona del Valle del Jordán y las montañas de las comunidades superpobladas palestinas como Ramala ya ha sido propuesta en el pasado y la construcción de dicho túnel podría suponer un primer paso en esta dirección. "Si un día se decide que Kokhav Yaakov formará parte del 'núcleo de Jerusalén', sería lógico crear esta unión, pero aún no está decidido", explicó Schneller.
La municipalidad de Jerusalén afirma que "cuando el plan sea presentado de forma oficial, se discutirá y se tomará una decisión sobre ello", siempre según el parlamentario.
PROBLEMAS DE CONVIVENCIA
Algunos de los barrios construidos alrededor de Jerusalén tras la Guerra de los Seis Días fueron planificados por el Ministerio de la Vivienda y establecidos pese a las objeciones del entonces alcalde de la ciudad milenaria, Teddy Kollek.
De hecho, Meron Benvenisti que ocupó el cargo de teniente-alcalde por aquel entonces, asegura sobre esta nueva iniciativa que la zona tiene problemas complejos: antes de la guerra del 67 algunas tierras pertenecían a municipalidades como Al Bireh, que hoy son los territorios palestinos.
"Es de total demencia emplazar a decenas de miles de judíos ultraortodoxos en el corazón de una zona árabe densamente poblada", estimó. "Nadie piensa en cómo vivirán allí. Es como vivir en el medio de Ramala", advirtió.
No es esta la única opinión crítica al proyecto de construcción. El abogado, Danny Zindman opinó que un plan como este provocará la "balcanización" de Jerusalén.