MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Liga Árabe aseguró hoy que sus 22 países miembros están dispuestos a "normalizar sus relaciones con Israel" si el Estado hebreo acepta, en la conferencia que comenzará mañana en Annapolis, los puntos principales de la iniciativa de paz árabe de 2002, como son la retirada a las fronteras de 1967, la designación de Jerusalén como capital para los dos Estados y la solución del problema de los refugiados palestinos.
"Todos los países árabes han aceptado la iniciativa de paz, han demostrado que quieren la paz, sólo la paz, y quieren construir fuertes relaciones de normalidad con Israel", declaró el jefe de misión de la Liga de Estados Árabes en España, Hassine Bouzid, en el curso del desayuno-coloquio organizado por la Plataforma de Madrid por la Paz en el Conflicto Palestino-Israelí y que se celebró hoy en la capital de España.
El pasado viernes, explicó Bouzid, los países de la Liga Árabe decidieron en El Cairo el envío de sus ministros de Asuntos Exteriores a la conferencia de Annapolis (en el Estado norteamericano de Maryland) bajo "cuatro condiciones".
Estas condiciones, precisó, son que la conferencia no sea "una simple formalidad" entre ministros de Asuntos Exteriores, que en ella "se traten todos los aspectos y problemas pertinentes" en relación con el conflicto, que "se presente una agenda y un calendario en los próximos días" y que se inicien "inmediatamente" después de la cumbre las negociaciones directas entre las partes.
La base de las negociaciones, prosiguió, debe ser la iniciativa de paz árabe de 2002, una propuesta "clara y sencilla que probablemente sea más complicada a la hora de ponerla en práctica". La iniciativa propone "la retirada de las fronteras al punto en que estaban en 1967, la designación de Jerusalén como capital de los dos Estados y la solución del problema de los refugiados", afirmó. "Si se tienen en cuenta estas tres condiciones, los 22 países árabes están dispuestos a normalizar sus relaciones con Israel", aseguró.
"Esperamos que Israel sea positivo y realista en Annapolis y abra una nueva página, porque en caso contrario la situación podría ser más grave y catastrófica para todos los países, tanto Israel como los árabes", prosiguió. "El éxito o el fracaso en Annapolis dependerán de los deseos de Israel y Estados Unidos", concluyó.