JERUSALÉN 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un ciudadano palestino, Mustafá Tamimi, ha fallecido este sábado como consecuencia de las heridas recibidas el viernes, cuando participaba en una protesta contra la ampliación del asentamiento judío de Halamish y recibió el impacto de un bote de gas lacrimógeno en la cara. El bote fue lanzado por un soldado israelí en lo que parece una violación de la propia normativa de actuación del Ejército hebreo para manifestaciones.
Tamimi, de 28 años, fue ingresado en el hospital de Petah Tikva en estado crítico. La bloguera Linah Alsaafin, presente en el lugar para cubrir las protestas, ha dicho que Tamimi "estaba lanzando piedras contra un jeep (del Ejército israelí) cuando se ha abierto la puerta y le han disparado con precisión y a propósito en la cara". "Para usar su terminología, con precisión quirúrgica"; ha agregado.
Desde hace dos años, cada viernes decenas de manifestantes se concentran para protestar por las expropiaciones de tierras y fuentes por parte de los colonos de Halamish. Desde entonces cientos de manifestantes han resultado heridos por los disturbios, pero Tamimi es la primera víctima mortal.
"Así es como trata el Ejército a los manifestantes civiles", se lamenta un activista israelí, Jonathan Pollak. "Los soldados dispararon desde dentro de un vehículo blindado y a quemarropa de una forma prohibida por las normas militares. Este tipo de ataques ocurren todas las semanas. Lo raro es que en lugar de herir a alguien en la pierna, esta vez le han disparado a la cabeza", ha explicado en declaraciones al diario israelí 'Haaretz'.