O.Próximo.- La muerte de un miliciano de Al Fatá y otro de Hamás elevan las bajas en los últimos seis días a 50

Actualizado: sábado, 19 mayo 2007 2:10

Al Fatá acusa a Hamás de no querer cumplir el alto el fuego y Hamás acusa a Al Fatá de traición y colaboración con Israel

JERUSALÉN, 19 May. (EUROPA PRESS) -

La muerte de un miliciano de Al Fatá y de otro de Hamás en un enfrentamiento a tiro limpio en Ciudad de Gaza, librado esta tarde, elevan el número de muertos palestinos en seis días de combate a alrededor de 50, la mayoría de Al Fatá.

Previamente, Samir Amodi, un pescador palestino de 40 años recibió un tiro en la cabeza al verse inmerso en un tiroteo entre las milicias de Al Fatá y del Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y las Brigadas de Ezzedin al Qassam, respectivamente, en el puerto de ciudad de Gaza.

Mientras que Hamás ha calificado a los milicianos de Al Fatá de "traidores", éstos han criticado al partido del primer ministro, Ismael Haniyeh, de no respetar el enésimo alto el fuego acordado.

Por otra parte, milicianos de Hamás han retenido brevemente al jefe de la una oficina de televisión del emiratí Abu Dhabi en Gaza, mientras que por su parte Abdel-Salam Abu Askar, socio de uno de los máximos jefes de seguridad de Al Fatá --Mohammed Dahlan-- fue liberado después de ser detenido durante varias horas hasta que finalmente milicianos le bajaron de un vehículo perteneciente a la Fuerza Ejecutiva, afín a Hamás, quien posteriormente ha negado su implicación en el secuestro. Asimismo, el director de gabinete de un destacado líder de Al Fatá en Gaza, Abdullah Franji, también fue secuestrado por milicianos de Hamás, según fuentes palestinas.

Enfrentamientos entre facciones palestinas estallaron también cerca de la Universidad Islámica de Gaza --controlada por Hamás--, según informa el diario israelí 'Haaretz', en los que correligionarios de Hamás emplearon granadas contra sus rivales de Al Fatá que les devolvieron fuego de artillería y tomaron posiciones en el edificio cercano que alberga el Ministerio de Exteriores.

La oficina de Kamelen Shaath --presidente de la Universidad-- fue alcanzada por granadas propulsadas por cohetes, según fuentes de Hamás, mientras que Shaath apeló al cese inmediato de las hostilidades. "Las universidades deben quedar fuera del círculo de violencia y apelo al presidente y a todas las personas sabias a ambos lados para que intenten preservar a la universidad de la agonía de estas luchas", incidió Shaath.

Hoy, las páginas de internet, emisoras y televisiones de Hamás acusaron a las fuerzas legales al presidente palestino, Mahmud Abbas, de Al Fatá, de trabajar junto a Israel --algo rechazado como un absurdo por un portavoz de Al Fatá--, después de que la televisión de Hamás citó a tres jefes de seguridad de Al Fatá --sin nombrarles-- que estarían manteniendo contactos secretos con personal extranjero experto en seguridad para intercambiar información sobre grupos milicianos palestinos. "Han cometido traición y lo trataremos acorde", emitió la cadena de Hamás.

Por su parte, Abbas canceló ayer alegando motivos de seguridad su viaje a la franja de Gaza para reunirse con el primer ministro, quien hoy pidió a los palestinos que se mantengan unidos frente a la "agresión israelí" y pongan fin a los combates internos.

"Todos los miembros de los servicios de seguridad deberían acatar las instrucciones de los líderes políticos y volver a sus posiciones y bases, y también todos los hombres armados deberían retirarse de las calles", dijo Haniyeh a los periodistas, según 'Haaretz'.

CRUCE DE ACUSACIONES

En este sentido, el general Jamal Kayed, comandante de seguridad de Al Fatá en Gaza, aseguró que su facción ha comenzado ya a implementar el alto el fuego, pero lamentó que Hamás no esté dispuesto a cumplirlo.

Por su parte, el portavoz de las Brigadas de Ezzedin al Qassam --brazo armado de Hamás--, Abu Obeida, aseguró que la "venganza" de Hamás "por los crímenes" de Al Fatá "va a ir más allá de su imaginación".

Walid al Awad, miembro del Comité nombrado para poner en marcha en acuerdo de alto el fuego entre ambas facciones lamentó que su equipo ha trabajado toda la noche para conseguir sacar las armas de las calles sin éxito. "No se ha implantado nada y he advertido a las partes de que esto es una bomba de relojería que está saboteando nuestros esfuerzos", para poner fin a los enfrentamientos fraticidas, subrayó Al Awad.