JERUSALÉN, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
La oficina del primer ministro israelí, Ehud Olmert, rechazó hoy categóricamente la existencia de un borrador de acuerdo de principios entre Israel y la Autoridad Palestina, a partir del cual ambas partes sellarían la paz en la región, informa el diario israelí 'Haaretz'.
Por su parte, fuentes oficiales palestinas sugirieron hoy un avance en las negociaciones en dos de los puntos más conflictivos en el meollo del conflicto palestino-israelí, en concreto, en relación a qué territorios --que Israel se anexionó al término de la Guerra de los Seis Días en junio de 1967-- serán parte integral del futuro Estado palestino, y cómo se compartirá la disputada ciudad de Jerusalén. Faltaría avanzar en un acuerdo sobre el derecho de retorno de los refugiados palestinos.
Sin embargo, el responsable de negociación de la Organización para la Liberación de Palestina y asesor del presidente palestino, Mahmud Abbas, Saeb Erekat, citado por la agencia AP, aseguró que las declaraciones sobre un acuerdo de principios entre Olmert y Abbas o sobre la existencia de un borrador de acuerdo son infundadas. "La única cosa que han acordado es crear un equipo (de trabajo) palestino-israelí para empezar a trabajar en cómo abordar estas cuestiones clave", insistió.
Horas antes, fuentes israelíes presuntamente filtraron a la agencia palestina de noticias Maan una copia en exclusiva del borrador de declaración de ocho principios, escrita en hebreo, que Israel esperaba suscribir con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en la conferencia internacional de paz para Oriente Próximo, prevista para el mes de noviembre y auspiciada por Washington.
"El liderazgo israelí y el liderazgo de la OLP deben implicarse de forma inmediata en una operación que, una vez completada, llevará al establecimiento de dos Estados, israelí y palestino, de acuerdo con una declaración de principios y entendimiento básicos", reza la primera página del borrador remitido a la agencia palestina.
El primer punto del borrador incide en que Israel "terminará su ocupación de Cisjordania en una plazo de tiempo determinado" para la "retirada gradual y evacuación de los asentamientos israelíes". "Cada área evacuada será entregada a la Autoridad Palestina, donde la ley y el orden prevalecerán", añade el primer punto de la declaración, que además acentúa que "la ley y el orden serán establecidos en (la Franja de) Gaza como parte del proceso que permitirá a Israel ver a Cisjordania y la Franja de Gaza como una entidad política única".
El segundo punto de la declaración, garantiza la existencia de "un Estado palestino desarmado de acuerdo con las fronteras de 1967", si bien incide en que "los detalles específicos de las fronteras serán determinados de acuerdo con las necesidades de seguridad, desarrollos demográficos y necesidades humanitarias".
El establecimiento de dicho Estado palestino, añade el segundo punto, "allanará el camino para un intercambio territorial equitativo". En este sentido, aclara que "Israel mantendrá algunos bloques de asentamientos y mantendrá su contigüidad geográfica en Palestina, así como horizontes para la prosperidad económica".
El tercer principio de la declaración reconoce que "habrá dos capitales en Jerusalén, una para Israel y una para Palestina". "Los barrios israelíes estarán bajo soberanía israelí y los vecindarios árabes bajo soberanía palestina", aclara el principio que precisa que "habrá cooperación entre ambas autoridades que permitirá una mejor administración de la vida social".
ACCESO A LOS LUGARES SAGRADOS
En relación a los lugares considerados sagrados tanto para los católicos, como para los musulmanes como judíos, el cuarto punto de la declaración hace mención a los "acuerdos especiales" que se elaborarán "para garantizar el acceso seguro a los lugares santos para todas las religiones". "Una autoridad administrativa especial será creada para organizar el acceso a todas las poblaciones religiosas a los lugares santos en la Ciudad Vieja de Jerusalén", añade el punto.
Por otra parte, el quinto principio sobre la mesa, "Palestina será declarada tierra natal nacional de la población palestina e Israel será declarado lugar natal nacional del pueblo judío", mientras que el sexto punto de la declaración a suscribir entre las partes reconoce la necesidad de "acordar una solución justa para el problema de los refugiados palestinos", cuyo "sufrimiento" sería "reconocido", así como "su derecho individual" al retorno "de acuerdo con un marco para una solución exhaustiva".
"Ambas partes declaran el final del conflicto y su compromiso de lograr el mayor respaldo público, en la medida de lo posible y por ambas partes, para que ambos hagan lo mejor que pueden para cooperar contra cualquier dimensión del terrorismo y la violencia de cualquiera de los dos Estados del uno contra el otro", reza el séptimo punto del borrador.
El último punto de la declaración, insta a las partes a "considerar este acuerdo en base a los principios de la iniciativa de paz propuesta por la Liga Árabe". Asimismo, las partes recurrirán a la Liga Árabe como a la comunidad internacional y al Cuarteto para Oriente Próximo para asistir a éstas en distintos modos con el objeto de impulsar un acuerdo final.
Según el comunicado que acompaña a la declaración, este acuerdo de ocho puntos debe ser consensuado antes de la conferencia de paz prevista para otoño y posteriormente, señala el documento, será presentada y materializada en resoluciones internacionales.
Después de la conferencia, y en paralelo a las negociaciones sobre los detalles del acuerdo, Israel comenzará a retirar sus tropas y evacuar los asentamientos en Cisjordania, cuyas etapas finales se llevarán a cabo, según el comunicado, de forma simultánea a las negociaciones sobre detalles finales.
