BEIJING 11 Ene. (EP/AP) -
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, actualmente de visita oficial en China, se ha declarado sorprendido y animado tras escuchar las opiniones de los líderes chinos sobre la posesión por parte de Irán de un programa militar nuclear, a la que, según Olmert, se oponen firmemente.
La visita, de tres días y que termina hoy, tenía como objetivo celebrar los 15 años desde el establecimiento de lazos diplomáticos entre ambos países, y ha sido aprovechada por Olmert para poner sobre la mesa el conflicto con Irán, con quien China mantiene un próspero intercambio comercial.
"En el aspecto diplomático ha superado las expectativas. Sus comentarios sobre los asuntos políticos han sido definitivamente alentadores, e incluyen, y digo esto de manera explícita, el tema iraní, ya que ha recalcado la oposición de China a un Irán con capacidad militar nuclear", declaró Olmert a la prensa, en referencia a su reunión con su homólogo chino, Wen Jiabao.
Para mejorar las relaciones entre Israel y China, que en estos 15 años han sufrido frecuentes altibajos, Olmert señaló que se ha acordado la apertura de una tercera oficina representativa israelí en la provincia sureña de Guangdong.
"China es el único país del mundo, aparte de Estados Unidos, donde tenemos algo más que una Embajada y un Consulado, y es así porque China es muy importante para las futuras relaciones de Israel en esta parte del mundo", explicó.
China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se ha negado repetidamente a imponer sanciones a Irán, y hoy mismo ha respondido a Estados Unidos que no se inmiscuya en sus acuerdos comerciales con Teherán, después de que los norteamericanos manifestaran su inquietud por la decisión de una petrolera china de invertir en un campo de gas iraní.
Sin embargo, el gigante asiático terminó apoyando la resolución de la ONU que ordenaba que se dejara de suministrar a Irán materiales y tecnología que pudieran ayudar al país a construir su propio programa nuclear.
Irán, por su parte, es considerado por Israel como una de las mayores amenazas a su integridad nacional, ya que su presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha defendido en repetidas ocasiones la completa desaparición del Estado de Israel del mapa.