JERUSALÉN, 5 Mar. (EP/AP) -
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el principal interventor estatal, Micha Lindenstrous, intercambiaron este domingo, mediante sendas misivas, diferentes puntos de vista acerca del modo en el que Israel gestionó su guerra en Líbano contra la milicia chií Hezbolá el pasado verano. En ambas cartas se reflejan acusaciones cruzadas que desembocarán en la presencia del supervisor ante el Parlamento.
Lindenstrous, supervisor principal del Estado, ha examinado el manejo del sector civil por parte del Gobierno durante el conflicto, que se alargó por espacio de 34 días.
Sin esperar la respuesta de Olmert, Lindenstrous anunció que presentará sus conclusiones preliminares al Parlamento este martes. Según la versión de diversos medios de comunicación israelíes, en las conclusiones, Lindenstrous criticará con dureza al Gobierno, y específicamente a Olmert, por no movilizar los recursos y la protección necesaria a los ciudadanos israelíes que, especialmente en el norte, sufrieron los ataques de la milicia.
Este domingo, Olmert, a través de una carta de tres páginas, quiso reflejar las mejoras que su gobierno ha hecho en el país desde la guerra con Hezbolá. En la carta, calificó las críticas -supuestas, hasta hoy-, del interventor de "falsas y completamente infundadas".
Lindenstrous ha contestado con otra misiva pública en la noche del domingo en la que asegura que la carta de Olmert es un ataque personal. Además, indicó que presentará sus conclusiones ante el comité parlamentario a pesar de las objeciones del primer ministro.