JERUSALÉN 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La única central eléctrica operativa en la Franja de Gaza ha vuelto a cesar su actividad este domingo --la cuarta vez desde febrero-- tras agotar el medio millón de litros de combustible que recibió el pasado viernes a través de Israel, según informaron fuentes de las instalaciones a la agencia de noticias palestina Maan.
A pesar de este nuevo revés, el director de la compañía eléctrica de Gaza, Walid Saad Sayil, informó de que la Autoridad Palestina y Egipto están cada vez más cerca de un acuerdo por el que la planta recibirá el combustible suficiente para funcionar durante los próximos seis meses.
El breve período de funcionamiento de la planta comenzó el pasado viernes, cuando las autoridades militares israelíes abrieron temporalmente el paso de Kerem Shalom entre Gaza e Israel para permitir la entrada de 450.000 litros de combustible para la central.
Se trata del primer envío de estas características desde que el movimiento islamista Hamás aceptara el uso de esta entrada para la llegada de bienes y servicios en lugar de su preferida, el paso de Rafá vía Egipto.
El hecho de que la apertura de Kerem Shalom se produzca un viernes está considerado un acontecimiento excepcional, conseguido gracias a la mediación de representantes tanto palestinos, desde Ramala, como egipcios, desde El Cairo.
"Los egipcios nos han informado de que el combustible sería transferido a Gaza este viernes y eso es lo que está sucediendo ahora", indicó el portavoz de Hamás Sami Abu Zuhri a la agencia de noticias palestina Maan, y añadió que se están manteniendo conversaciones para que esta operación pueda volver a repetirse en un futuro próximo.
El Cairo insiste en que el paso de combustible a Gaza se gestione a través de Kerem Shalom para no verse obligado a desviar efectivos que emplea para atajar el contrabando en la península del Sinaí. Hamás, por contra, se opone a esta ruta y prefiere negociar el intercambio mercantil directamente con las autoridades egipcias a través de Rafá.
La crisis energética en Gaza ha sido particularmente acuciante en las últimas semanas. Todas las estaciones de bombeo de crudo están agotadas y los más de 1,7 millones de residentes de la localidad sufren constantes cortes eléctricos.