O.Próximo.- La Policía palestina detiene a dos brigadistas de Al Aqsa en el campo de refugiados de Balata, en Nablús

Actualizado: martes, 6 noviembre 2007 12:25

NABLUS (CISJORDANIA), 6 Nov. (EP/AP) -

La Policía palestina detuvo la pasada noche a dos miembros de las brigadas de mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado al movimiento Al Fatá del presidente Mahmoud Abbas, en el curso de una operación de más de 12 horas de duración en el mayor campo de refugiados de Cisjordania, Balata, contiguo a Nablús.

El enfrentamiento comenzó cuando la Policía incautó el arma a un miembro de Al Aqsa, tras lo cual los milicianos respondieron abriendo fuego contra las fuerzas de seguridad. Los agentes tomaron posición en los tejados de los alrededores del campo de refugiados e intercambiaron disparos con los combatientes de la brigada. Finalmente dos miembros de Al Aqsa se rindieron ante la Policía, terminando así con la batalla. La operación, en la que un Policía y ocho civiles resultaron heridos, es la mayor ofensiva desde la campaña presidencial de Mahmoud Abbas para imponer el control sobre los insurgentes y mostrar a Israel que se puede alcanzar un futuro acuerdo de paz, dentro de la primera fase de la llamada Hoja de Ruta entre palestinos e israelíes.

Desde hace años la policía no se atreve a patrullar por los cuatro campos de refugiados, ni en los alrededores de la ciudad de Nablús, ni en el distrito del mercado del centro, zonas bajo el dominio de los armados insurgentes. "Desde hoy estos días se han terminado", señaló el gobernador de Nablús, Jamal Mohsein, con la intención de enviar patrullas de policía por los campos de refugiados y por toda la ciudad. "En el futuro, nadie dirá que la policía no va aquí o allí", añadió.

La operación se desató ayer mientras Abbas recibía a la secretaria de estado estadounidense, Condolezza Rice, como parte de sus obligaciones de paz, incluyendo aquí el desarme de los milicianos y los armados ilegalmente.

El jefe de seguridad palestino, Ziad al-Ali, dijo que las brigadas de Al Aqsa deben disolverse, ya que todos los miembros del grupo habían aceptado un acuerdo de amnistía con Israel aceptando su desarme. Pero desde el segundo levantamiento palestino, en el año 2.000, Balata y Nablús quedaron desprotegidas ante la ley, cometiéndose numerosos robos y chantajes. La semana pasada Abbas envió 300 agentes de policía a Nablus como muestra de la campaña de seguridad que ha iniciado. "Si las fuerzas de seguridad pueden imponer el control en el caótico Nablus, paulatinamente intentaremos hacer lo mismo con el resto de ciudades de Cisjordania", declaró el primer ministro palestino, Salam Fayyad.

Israel, que debe frenar sus expansión en Cisjordania y retirar sus tropas según la Hoja de Ruta, ha sembrado sus dudas sobre el posible acuerdo de paz y el control de Cisjordania, tras la derrota de las fuerzas de seguridad el pasado junio a manos del grupo islamista Hamas.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró el domingo que "Israel está preparado para cumplir los requisitos, pero sugirió que Palestina no había hecho demasiado con los suyos". Sin embargo, un responsable del gobierno israelí, David Baker, afirmó que "Israel ve muy positivo los esfuerzos de Palestina para mantener el orden y combatir el terror", y puso como ejemplo la reciente operación de Nablús.