LA HABANA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los presidentes de la Alianza Bolivariana de Nuestros Pueblos (ALBA) destacaron este lunes "el avances incuestionable" del organismo regional como "alianza política, econónómica y social" para defender su "soberanía" al hacer balance de su "labor exitosa" en sus cinco años de existencia, al tiempo que celebraron "el creciente papel" de los "movimientos sociales" en la región.
Asimismo, dejaron clara su intención de "consolidar la capacidad de concertación política" que ofrece el ALBA para resolver asuntos "de calance regional y global" y subrayaron la importancia de aplicar los principios de "cooperación, solidaridad, justicia social y complementariedad económica" que dan sentido a la alianza, reza la declaración final adoptada por los líderes del ALBA en la Cumbre celebrada este domingo y lunes en La Habana.
Tras celebrar las respectivas victorias del presidente boliviano, Evo Morales y del líder del Frente Amplio y ex guerrillero tupamaro uruguayo José Mujica, hecho que reafirma "los avances de los procesos de cambios progresistas en la región", advirtieron del "peligro" de que regresen a la región "la época de los golpes de Estado" tras condenar, nuevamente, el golpe de Estado perpetrado en Honduras el pasado 28 de junio.
En este sentido, los líderes del ALBA dejan claro que "no reconocerán al ilegítimo proceso electoral" del pasado 29 de noviembre en el país centroamericano ni "sus resultados" que dieron como vencedor al líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, al tiempo que instaron a no reconocer los comicios y piden a los países de la región "impedir que los perpetradores del golpe militar (...) gocen de impunidad en sus países".
Los líderes del ALBA criticaron que el golpe "perpetrado con el apoyo de los Estados Unidos, ha tenido como propósito frenar el avance de las fuerzas del progreso y de la justicia social en este país y en la región de América Latina y el Caribe".
CRITICAN OFENSIVA MILITAR DE EEUU EN LA REGIÓN
Asimismo, condenaron "en los términos más enérgicos la ofensiva política y militar de los Estados Unidos sobre la región de América Latina y el Caribe" mediante el establecimiento de acuerdos militares con países de la región con "el pretexto" de afianzar la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en la región al defender que, por el contrario, la región debe estar "libre de bases militares extranjeras".
En este sentido, reiteraron su petición al Gobierno colombiano para que reconsidere el acuerdo militar suscrito con Washington, en virtud del cual el Ejército estadounidense podrá destinar 800 soldados y 600 contratistas en hasta siete bases militares colombianas, unas bases que consideran "un peligro real" y "la amenaza más grave a la paz, la seguridad y la estabilidad de América Latina y el Caribe" además de "un serio obstáculo" para la integración de la región.
Ante estos temores, los presidentes del ALBA respaldaron "el justo derecho" de Venezuela "a poner en alerta la defensa de su país frente al claro riesgo para su seguridad nacional" que representa el despliegue militar estadounidense "cerca de sus fronteras".
Tal y como adelantó el presidente venezolano, Hugo Chávez, los líderes también dejaron claro que rechazan "enérgicamente" las críticas de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre el acercamiento de Irán y varios países de la región y "las pretensiones del Gobierno de los Estados Unidos de inmiscuirse en las decisiones soberanas de política exterior" de los países de la región.
Por otra parte, los líderes del ALBA condenaron, una vez más, el bloqueo económico, financiero y comercial que aplica Washington desde hace casi 50 años a Cuba, reclamaron su cese "inmediato" y, asimismo, instaron al presidente estadounidense, Barack Obama, a liberar "de modo incondicional" a los cinco cubanos presos en Estados Unidos, acusados de espionaje.
