PESHAWAR (PAKISTÁN), 2 (EP/AP)
La ex primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, afirmó hoy que las "fuerzas extranjeras" podrían entrar en el norte de Pakistán si el Gobierno no recupera el control en la zona, en donde, a su juicio, el desarrollo económico es crucial para derrotar a la insurgencia pro-talibán.
"Usaremos el Ejército en las zonas tribales, pero no estamos de acuerdo en que una operación militar sea la única solución al problema", dijo Bhutto en Peshawar, capital de la Provincia Fronteriza del Noroeste. "La gente de las áreas tribales es nuestro propio pueblo. Queremos traerles a la época moderna ofreciéndoles progreso y prosperidad", añadió, a modo de promesa electoral por parte de su partido, el Partido Popular de Pakistán (PPP).
La líder opositora inició ayer su campaña de cara a las elecciones legislativas que se celebran el próximo 8 de enero e instó a los ciudadanos de Peshawar, un bastión para los partidos islámicos, a abandonar su militancia y apoyar al laico PPP.
Las zonas montañosas tribales que marcan la frontera con Afganistán han sido un bastión miliciano desde que Estados Unidos puso fin al régimen talibán en 2001. Cientos d militares paquistaníes han muerto combatiendo la rebelión, que se ha extendido paulatinamente a otras zonas del norte del país, como el Valle del Swat, a 160 kilómetros de Islamabad.
Los grupos opositores y la población de estas áreas ha criticado la confianza del Gobierno en el Ejército en la lucha contra la insurgencia y ha acusado al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, de actuar como apoderado de Washington en la guerra contra el terrorismo.
"Si Pakistán no controla las zonas tribales, entonces mañana las fuerzas extranjeras podrán venir aquí", señaló Bhutto a los periodistas en referencia, al parecer, a las fuerzas estadounidenses y de la OTAN que operan en la parte afgana de la frontera.
La ex primera ministra añadió que, "sea lo que sea lo que está pasando hoy en Swat y en el área tribal, puede llegar a Islamabad mañana". En este contexto, dudó de que "el mundo mire" tan sólo "como espectador" cómo Kahuta --en donde está situada la principal instalación nuclear de Pakistán-- "cae en sus manos" (en las de la insurgencia).
Por su parte, el ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif lideró una marcha de unos 2.000 simpatizantes en la ciudad de Lahore. Sharif acusó a Musharraf de seguir ciegamente los dictados de Washington: "Está obedeciendo a América con los ojos cerrados". Por ello, pidió que permitan a la oposición "unirse para salvar a Pakistán porque el país está atravesando una grave crisis".
Por otro lado, los incidentes violentos continúan ocurriendo en Pakistán. Ayer murieron seis civiles en una descarga de artillería en Waziristán Norte, una región tribal junto a la frontera, según informó un responsable de los Servicios de Inteligencia, que agregó que las fuerzas gubernamenatles estaban bombardeando presuntas posiciones insurgentes en Miran Sha la principal ciudad de la región, cuando dos viviendas fueron alcanzadas.