Pakistán.- Al menos 31 muertos, 17 de ellos en Karachi, en la ola de violencia desatada por el asesinato de Bhutto

Actualizado: sábado, 29 diciembre 2007 12:53

ISLAMABAD, 29 Dic. (EP/AP) -

Al menos 31 personas habrían muerto en la ola de violencia desatada el jueves tras el asesinato de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, registrándose los incidentes más serios en la provincia de Sindh (sur), de la que ésta era natural, donde sólo en su capital, Karachi, ha habido 17 muertos.

Hoy, dos días después del asesinato, todavía se pueden ver coches ardiendo en distintos puntos de Sindh, donde también se han incendiado fábricas, tiendas y restaurantes y los disturbios han dejado igualmente decenas de heridos, según las autoridades.

Los alborotadores prendieron fuego en Karachi a tres fábricas, un restaurante, dos tiendas y varios vehículos, según los bomberos. Además, fuentes médicas indicaron que al menos 26 personas resultaron heridas durante la noche de bala, muchas de ellas disparadas por los propios manifestantes.

Según el jefe de la Policía de Karachi, Azhar Farooqi, 17 personas han muerto desde el jueves en esta ciudad, mientras que también se calcula que hay decenas de heridos. Asimismo, añadió Farooqi, la Policía ha detenido a 250 personas.

Por otra parte, desconocidos abrieron fuego contra la caravana de vehículos de los partidarios de Bhutto cuando estos regresaban a Karachi ayer tras el funeral, matando a un hombre e hiriendo a otros dos, según un portavoz del partido de la ex primera ministra Waqar Mehdi.

El Ejército, la Policía y las fuerzas paramilitares patrullan las calles casi desiertas de la cercana ciudad de Larkana, lugar natal de Bhutto, donde los disturbios han dejado importantes destrozos en tiendas y otros edificios.

Mientras en Rawalpindi, la ciudad-acuartelamiento cercana a Islamabad en la que tuvo lugar el atentado, miles de partidarios de Bhutto se enfrentaron hoy con la Policía, que tuvo que recurrir al uso de gases lacrimógenos para intentar dispersar la multitud. Los partidarios de la ex primera ministra lanzaron piedras y rompieron cristales tras asistir a una ceremonia de oración en su memoria.

El Gobierno, en un intento desesperado por controlar la situación, ha enviado al Ejército a varias ciudades. Así, los soldados patrullaban hoy varios barrios de Karachi, cuyos habitantes se quejaron de falta de alimentos y combustible.