NUEVA YORK 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha pedido a la comunidad internacional que mantenga su compromiso para proteger a los millones de paquistaníes afectados tras las inundaciones del pasado verano, la mayor crisis humanitaria de la historia del país asiático, y para que mantenga la ayuda en la reconstrucción de Pakistán, una tarea que, aseguran, se prolongará durante años.
"Con unos 20 millones de personas afectadas por estas devastadoras inundaciones, se puede decir que ésta es la crisis humanitaria más grande que jamás ha sufrido el país", advirtieron en un mensaje conjunto tanto el enviado especial del secretario general para la ayuda en Pakistán, Rauf-Engin Soysal, como el coordinador sobre el terreno de la ONU, Timo Pakkala.
Ambos oficiales recuerdan que los afectados todavía requieren de ayuda y que "la completa regeneración de la infraestructura y calidad de vida tardarán años", pero también se declararon esperanzados en que "con la insistencia, la determinación y el respaldo tanto de los donantes locales como de la comunidad internacional, el país superará este momento de desafío".
Los daños causados por las inundaciones, sufridas principalmente en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa, Sindh, Punjab y Balochistán, son prácticamente incalculables en escuelas, centros médicos y otras infraestructuras esenciales como sistemas de alcantarillados, puentes, carreteras. De igual modo, miles de hectáreas de cosechas han sido completamente arrasadas.
Naciones Unidas recuerda que su petición de 2.000 millones de dólares (unos 1.400 millones de euros), la más cuantiosa jamás emprendida por la organización internacional, sólo ha sido cubierta en un 51 por ciento.
Esta situación fue recordada por una de las principales responsables humanitarias de la ONU, Valerie Amos, a principios del mes pasado. Durante su visita, la segunda al país tras el desastre, Amos recordó la "constante necesidad de una respuesta financiera contundente" y pidió que se prestara atención especial a la "inmensa tragedia humana" en la que se encuentra sumida el país.
"Una emergencia", apuntó, "que seguirá durante los próximos meses, y que requerirá de considerables esfuerzos de ayuda junto con trabajo para el desarrollo y otros esfuerzos de recuperación", añadió.