MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de palestinos que huyeron del conflicto que atraviesa Siria y que actualmente residen en el campamento de refugiados palestinos de Ain al Hilweh, ubicado en los alrededores de la localidad libanesa de Sidón, han incendiado la ayuda humanitaria que les ha sido facilitada por el partido-milicia chií libanés Hezbolá en protesta por su participación en los combates en el país vecino.
Los refugiados han solicitado a la formación islamista que retire a sus combatientes de Siria, donde combaten del lado de las fuerzas de seguridad contra los grupos opositores armados, según ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
Hezbolá ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
Sin embargo, el vicepresidente del consejo ejecutivo del partido-milicia, Nabil Kauq, manifestó a finales de abril que la intervención de la formación en el conflicto sirio "es un deber nacional y moral para la defensa de los libaneses que residen en las localidades fronterizas".
El sábado, el Nasralá aseguró que su grupo está dispuesto a asumir "todos los sacrificios y consecuencias" de su "implicación" en el conflicto sirio y denunció la guerra política y económica lanzada contra el Gobierno de Al Assad.
El dirigente de Hezbolá aprovechó además para hacer un llamamiento a la conciliación en Siria y pidió reformas en el sistema político del país vecino. "Desde el principio de la guerra hemos dicho que el régimen de Al Assad tiene aspectos positivos y negativos. Es necesaria una reforma y la única forma de alcanzarla es a través del diálogo político", indicó.
En ese sentido reveló que él mismo se ha puesto en contacto con el presidente sirio y con la insurgencia para intentar impulsar una solución. "Me he puesto en contacto con Al Assad y con miembros de la oposición para alcanzar un acuerdo, pero juro que el presidente ha aceptado y que la oposición ha rechazado mi petición", explicó.
En respuesta, el comandante general del Ejército Libre Sirio (ELS), el comandante general Salim Idriss, dio el martes un plazo de 24 horas a los combatientes de Hezbolá para que pongan fin a su participación en el conflicto sirio y amenazó con tomar medidas contra la formación en caso contrario.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos ha cifrado en 141 el número de combatientes de Hezbolá fallecidos en los últimos meses en los combates registrados en las provincias sirias de Reef Dimashq y Homs, 99 de ellos en la batalla por la ciudad de Qusair.
IMPORTANCIA ESTRATÉGICA
Qusair, con más de 20.000 habitantes, se encuentra en una posición estratégica, segregada entre localidades suníes y chiíes, estas últimas afines al presidente sirio, cuya confesión alauí es una escisión de la rama chií del Islam.
Para las fuerzas gubernamentales resulta crucial mantener abierto un paso entre el valle de la Bekaa y la costa del Mediterráneo, en el caso de que caiga Damasco, que en las últimas semanas ha sido objeto del asedio rebelde.
Este mismo jueves, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Sirias (CNFORS) ha emitido un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que "rescate a los más de mil civiles heridos en los combates en Qusair".
"Qusair sufre escasez de médicos, paramédicos y equipos de primeros auxilios. Esta situación y la necesidad urgente de ayuda de emergencia ha de provocar que las ONG internacionales respondan inmediatamente para salvar a los civiles heridos", ha destacado.
"Estos civiles han de ser evacuados lo antes posible para ser atendidos en zonas seguras. Las obligaciones morales y humanitarias de la Cruz Roja y la Media Luna Roja han de desencadenar su participación urgente", ha remachado.