MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM) ha realizado un nuevo envío de comida desde Turquía, que entrará en Siria a través del paso fronterizo de Nusaybin, para abastecer a las familias desplazadas afectadas por el aislamiento de la provincia de Al Hasakah, según ha informado la organización en un comunicado.
Un convoy de 34 camiones transporta un cargamento de 796 toneladas de comida para abastecer a 58.000 personas durante un mes. El cargamento se compone principalmente de azúcar, arroz, lentejas, pasta, aceite vegetal, judías, tomate y harina.
La columna de camiones también transporta diez almacenes temporales para ampliar la capacidad de almacenamiento de la base del PAM en Qamishli, desde donde se distribuyen los alimentos por toda la provincia.
A finales de marzo, se trasladaron a Qamishli suministros para dar de comer a 50.000 personas. Los alimentos se repartieron gracias a la colaboración de organizaciones humanitarias que distribuyeron la ayuda por toda la provincia. Aunque la provisión inicial estaba prevista para alimentar a 50.000 personas, finalmente fueron 90.000 las que disfrutaron de este envío después de que organizaciones participantes en la distribución dividiesen las raciones para hacer llegar la ayuda a un número más levado de personas.
MENOR ALCANCE QUE EN MARZO
El PAM ha destacado que, a pesar de las restricciones de acceso que se dan en la región, ha realizado 38 visitas de observación en la provincia de Al Hasakah desde principios de año, tanto en zonas rurales como urbanas. Además, ha señalado que los combates en Ar Raqa y Deir el Zor han impedido el acceso de la ayuda humanitaria a estas regiones, por lo que la organización ha llegado en abril a 100.000 personas menos que durante el mes anterior, cuando logró entregar alimentos a cuatro millones de personas en todo el país.
También ha alertado de que una sequía afectará a medio y largo plazo a varias de las zonas más castigadas por el conflicto, entre las que se encuentran Alepo, Idlib y Hama. Esto conllevará un importante impacto en la próxima cosecha de cereales que repercutirá de forma negativa en la seguridad alimentaria de estas regiones.
El PAM ha indicado que necesitan recaudar 30 millones de euros cada semana para poder atender las necesidades de millones de personas afectadas por la guerra tanto en Siria como en países vecinos.
