El Parlamento palestino aprueba el Gobierno de unidad nacional de Al Fatá y Hamas

Actualizado: domingo, 18 marzo 2007 1:01


GAZA, 18 Mar. (OTR/PRESS) -

El Parlamento palestino aprobó ayer con amplia mayoría el gobierno de unidad nacional integrado por la formación nacionalista Al Fatá y el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas. Ambas formaciones han defendido la coalición tanto para terminar con tensiones internas como para convencer a la comunidad internacional de que levante el boicot contra el ejecutivo palestino. A pesar de este paso, la brecha ideológica entre ambos quedó patente en el parlamento. Mientras que Hamas defendió su derecho a resistir la ocupación israelí "en todas las formas", Al Fatá rechazó cualquier tipo de violencia.

En un discurso en la cámara anterior a la votación, el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, de Hamas, dijo que el nuevo gobierno busca establecer un estado independiente en las tierras que Israel ocupó tras la Guerra del Medio Oriente de 1967. Haniyeh defendió el derecho de los palestinos a resistirse a la ocupación israelí "en todas las formas", pero que trabajará para ampliar su alto al fuego con Israel. La tregua, negociada a finales de noviembre, se aplica a la Franja de Gaza pero no a Cisjordania.

Por su parte y también ante el parlamento, el líder de Al Fatá y presidente palestino, Mahmud Abbas, sentenció que el pueblo palestino "rechaza la violencia en todas sus formas" y busca una paz incluyente "basada en las negociaciones". Asimismo, añadió que los palestinos extendieron la mano a Israel "para lograr la paz de la libertad y la igualdad", e instaban al país a llegar a un "compromiso mutuo... para poner fin a toda la violencia".

De esta forma, ambos discursos dejaron en evidencia que aunque Hamas y Fatá están logrando disminuir la brecha ideológica que los separa, aún persisten diferencias fundamentales.

El ministro de finanzas entrante, Salam Fayyad, advirtió que el nuevo gobierno no podría funcionar durante mucho tiempo a menos que la comunidad internacional levante un boicot económico e incremente su asistencia. Fayyad expresó que no tenía garantías de que las sanciones fueran a eliminarse, pero dijo que esperaba reunirse con los cancilleres de algunos países.

Nos "enfrentamos a una crisis financiera grave", sostuvo. "Sin la ayuda de la comunidad internacional, no será posible que mantengamos nuestras operaciones".

Desde Israel la nueva coalición se observa con recelo. La portavoz del gobierno israelí, Miri Eisin, expresó que el presidente palestino Mahmud Abbas y el primer ministro Haniyeh, de Hamas, hablan en dos idiomas diferentes. "Me gustaría ver que la población palestina mejorara su situación, y vamos a ver como lo hace el presidente palestino", sostuvo. "Pero no vamos a tratar con este nuevo gobierno", expresó.

Desde Naciones Unidas se ve la nueva situación palestina con buenos ojos y se seguirá con atención la trayectoria del nuevo Ejecutivo. El enviado de la ONU a Oriente Medio, Álvaro de Soto señaló que "este es un paso importante en la dirección correcta". "Observaremos con interés para ver cómo es implementado este programa", sentenció.

AMPLIA MAYORÍA

El parlamento se reunió simultáneamente en la Ciudad de Gaza y Ramalá, con una conexión de video. Los legisladores palestinos no pueden converger en un solo lugar debido a las prohibiciones de viaje impuestas por Israel. A pesar de esta división física, la conformidad con el nuevo gobierno fue absoluta, con 83 legisladores a favor y tan sólo tres en contra. En total, el parlamento tiene 132 miembros, pero 41 están en cárceles israelíes y 4 no acudieron a la votación por motivos personales.

La coalición remplaza a un gobierno liderado por la milicia islámica Hamas, que ganó las elecciones parlamentarias el año pasado. Con la llegada de Hamas al poder, la comunidad internacional dispuso una serie de sanciones económicas con el fin de presionar al gobierno palestino para que reconozca a Israel y acepte los acuerdos de paz existentes.

De esta forma, la nueva coalición "respeta" los acuerdos internacionales anteriores sellados por la Organización para la Liberación de Palestina, y establece que las negociaciones de paz sean dirigidas por Abbas, algo que con lo que Palestina espera que la comunidad internacional ponga fin a las sanciones. Además, cualquier acuerdo futuro debería ser sometido a un referéndum nacional, sugiriendo que Hamas no tendría poder de veto.