El Pentágono solo irá a por los presos afganos si vuelven a las armas

Actualizado: sábado, 15 febrero 2014 8:20

WASHINGTON, 15 Feb. (Reuters/EP) -  

   El Pentágono ha prometido este viernes que no perseguirá a los 65 presos de la cárcel de Bagram liberados este jueves y entre los que había milicianos presuntamente implicados en la muerte de civiles afganos, de miembros de las fuerzas de seguridad afganas y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF).

   El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, ha advertido de que, en caso de que vuelvan a los combates, "lo harán bajo su propio riesgo". Washington había criticado esta medida por considerar que los reos liberados se reintegrarán en las filas de los insurgentes para seguir luchando contra las fuerzas internacionales y afganas.

   "No son considerados objetivos ahora mismo", ha indicado Kirby, "no va a haber una campaña activa con el propósito (...) de ir tras ellos. Eso quiere decir que, si eligen vovler a la lucha, se convertirán en enemigos legítimos y objetivos legítimos".

   El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, se siente frustrado por este nuevo movimiento del Gobierno de Hamid Karzai, que de nuevo contraviene la voluntad de Washington y ha abocado las relaciones bilaterales a su peor momento en los últimos doce años.

OBSTÁCULO DIPLOMÁTICO

   Las liberaciones "harán mucho más difícil" que se aumente el apoyo a las misiones afgana, ha explicado Kirby, que ha añadido que, en el caso de Afganistán, "es una relación que importa y un país que importa". "Y tan frustrante como puede ser en ocasiones, (Hagel) cree que tenemos que seguir trabajando en ello", ha incidido el portavoz del Pentágono, sobre los lazos con Kabul.

   El Congreso ha expresado su descontento a través de algunos de sus más prominentes miembros, como el republicano Lindsey Graham, que ha amenazado con presentar de nuevo una declaración condenatoria contar Karzai y el viraje en sus políticas para recortar la ayuda al desarrollo que Estados Unidos presta a Afganistán.

   Este recrudecimiento de las tensiones diplomáticas se produce a menos de dos meses de las elecciones presidenciales, que se celebrarán en abril, y la retirada de la mayoría de las tropas estadounidenses desplegadas en el país centroasiático, prevista para finales de año.

   Como muestra del fracaso de los últimos esfuerzos diplomáticos por asentar sus relaciones a partir de la nueva etapa que se abre en Afganistán en 2015 es el rechazo mostrado hasta ahora por Kabul para firmar un acuerdo de seguridad entre ambos países para permitir que algunas tropas estadounidenses puedan prolongar su estancia en Afganistán.

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