LONDRES 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Irlanda del Norte ha detenido a tres hombres por su conexión con dos bombas halladas a finales de enero en el norte de Belfast. Se cree que los sospechosos --de 33, 34 y 38 años-- trataron de atraer a los policías al lugar donde explotaron los dispositivos con el fin de matarles.
Los agentes están interrogando a los integrantes de la célula. Uno de los artefactos explosivos se encontraba en una bicicleta infantil que los autores dejaron en un centro de reunión de escultismo, en una zona residencial muy concurrida.
El 25 de enero, y tras una serie de alarmas, la Policía encontró la primera bomba cerca de un videoclub. Los agentes creen que los terroristas trataron de llevarles a ese punto al reventar uno de los cristales del local. Más adelante hallaron la bicicleta.
Las fuerzas de seguridad cuentan con imágenes en las que se ve a un hombre en ambos emplazamientos. Ninguna de las dos bombas explotó, pero el inspector Justyn Galloway, citado por la CNN, mantiene que "se había puesto una trampa para matar a agentes de Policía, lo cual podría haber matado fácilmente a gente de la comunidad".