PARÍS, 1 Dic. (Reuters/EP) -
Las autoridades francesas han enviado a miles de policías adicionales a París antes de la tercera manifestación que se celebrará este sábado por parte de manifestantes contra los altos precios del combustible después de que los funcionarios de seguridad advirtieran de una nueva ola de violencia.
Durante más de dos semanas, los "chalecos amarillos" han bloqueado las carreteras de toda Francia en una rebelión popular contra el aumento de los impuestos al diésel y el alto precio de la vida. Se ha convertido en uno de los desafíos más grandes a los que el mandatario francés, Emmanuel Macron, se ha enfrentado en su mandato de 18 meses.
Hace una semana, miles de manifestantes, se reunieron en París por primera vez, convirtiendo los Campos Elíseos en una zona de batalla cuando se enfrentaron con la Policía que dispararon gases lacrimógenos.
"Nos preocupa que pequeños grupos que no son chalecos amarillos se infiltren en la manifestación para combatir contra las fuerzas de seguridad y desafiar a la autoridad del estado", ha afirmado el secretario general de la unión de la Policía Alternativa, Denis Jacob. "Dado el alto nivel de seguridad alrededor de los Campos, el temor es que vayan a otros lugares", ha aseverado.
Las autoridades han señalado que esperan unos 5.000 policías en París, frente a los 3.000 del sábado pasado. Otros 5.000 se desplegarán en todo el país para otras protestas de "chalecos amarillos".
Los trabajadores levantaron barreras de metal y tablas de madera contrachapada en las fachadas de cristal de restaurantes que se encuentran en los alrededores de la avenida más famosa de París. Los Campos Elíseos estarán cortados al tráfico y los peatones serán canalizados a través de los puestos de control.
"Hay un montón de incitación en las redes sociales y estamos esperando excesos y violencia", ha afirmado a Reuters David Michaux, del sindicato de la Policía de la UNSA, que ha añadido que se esperan grupos de extrema derecha y extrema izquierda.
