NAIROBI, 25 Nov. (Reuters/EP) -
La Policía de Kenia ha usado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que este martes se han agolpado frente a la oficina del presidente, Uhuru Kenyatta, para protestar por el ataque perpetrado por milicianos islamistas de este fin de semana, en el que murieron 28 personas.
Al grito de "¡Presidente, pare los asesinatos!", los manifestantes han portado cruces rojas y cuatro ataúdes durante la protesta, conocida como "Ocupa la Avenida Harambee" (#OccupyHarambeeAve), la calle en la que se encuentran las oficinas presidenciales. La movilización también ha llegado a Twitter, desde donde se ha pedido al Gobierno que actúe para prevenir los ataques. En el peor de ellos, que tuvo lugar en un centro comercial en 2013, murieron 67 personas.
Ante la mirada de agentes armados, los manifestantes han reclamado al presidente que destituya al ministro de Interior, Joseph ole Lenku, encargado de la seguridad, y al Inspector General de la Policía, David Kimaiyo. Kenyatta se encontraba fuera del país durante la manifestación, a la que acudieron cerca de 200 personas. A través de un portavoz, Lenku ha afirmado que no abandonará su puesto.
El vicepresidente, William Ruto, dijo el pasado domingo que las fuerzas de seguridad habían matado a más de cien milicianos tras el ataque a un autobús en Nairobi el pasado sábado, y ha asegurado a los kenianos que el Gobierno perseguirá a los milicianos.
El grupo somalí Al Shabbab, vinculado a Al Qaeda, se declaró responsable del ataque, en el que los milicianos armados ordenaron recitar versos del Corán a los pasajeros y dispararon a aquellos que no eran musulmanes: 19 hombres y nueve mujeres.
Según Al Shabaab, el asalto al autobús fue una respuesta a los ataques contra mezquitas en la ciudad portuaria de Mombasa, donde la Policía ha afirmado que está intentando liberar a los jóvenes que están siendo reclutados para llevar a cabo ataques en Kenia.
Un abogado defensor de los Derechos Humanos de 32 años, Husein Jalid, ha afirmado que la seguridad se ha deteriorado y que mucha gente está abandonando el país a causa del miedo. "Queremos que los altos cargos de la Seguridad dimitan porque, claramente, han fallado a la hora de desempeñar sus funciones. Si el Gobierno sigue sin atender a nuestra llamada, continuaremos con las protestas", ha afirmado.